Comenzamos este decálogo con Uncharted, primera parte de una saga de aventuras y exploración en la que Nathan Drake, el protagonista principal, hace algo así como el papel de una Lara Croft masculina y se embarca en una aventura de exploración en búsqueda de El Dorado, siguiendo la pista que dejó un antepasado suyo. Esta historia nos muestra un viaje por América del Sur lleno de descubrimientos, acción y tesoros por encontrar.

Este título, aunque bastante normalito a primera vista, fue todo un exitazo cuando se lanzó y ha dado lugar a diversas secuelas para posteriores generaciones de consolas y algún que otro remake en HD de esos que a las empresas tanto les gusta hacer. Nuestro principal cometido es llegar al sitio que queramos explorar y eliminar enemigos mientras lo hacemos, con un sistema de batalla que permite usar varias armas de fuego y cubrirnos de los disparos enemigos. Este primer título puede hacerse algo repetitivo ya que la mecánica cuando llegamos a sitios nuevos parece ser siempre la misma, pero la historia, sin ser nada del otro mundo, engancha bastante y la saga mejora notablemente en los títulos posteriores.

Creado en Estados Unidos, League of Legends es uno de los juegos más jugados de la historia y de los que más ha aportado a que los e-sports sean algo real. En el juego tomaremos una línea de batalla en un mapa con perspectiva isométrica y nuestro principal objetivo será, junto a nuestro equipo, derribar la base enemiga, sus torretas, inhibidores y finalmente su nexo.

Actualmente, League of Legends cuenta con más de cien personajes jugables, cada uno con distintas habilidades. Durante la partida, además de matar otros campeones podemos matar criaturas en la jungla que nos darán beneficios y matar creeps o minions, lo que hecho de forma correcta nos proporcionará la cantidad de oro necesaria para comprar objetos en la tienda y así poder mejorar nuestro equipo. La única pega de League of Legends es que, por su jugabilidad, las partidas duran una media de treinta a cuarenta minutos, algo que para muchos jugadores es alargarse demasiado, pero realmente es un juego para disfrutar y jugar en equipo con tus amigos.

Ahora le toca a un juego de aventuras y disparos en tercera persona, también muy conocido y que acompañó a PlayStation 2 junto a su salida. De hecho, junto con Jack and Daxter, Ratchet & Clank fue otro de los títulos más sonados del inicio de esta consola. En esta aventura, un loombax llamado Ratchet y su compañero robótico Clank viajarán a través de varios planetas para intentar detener los planes de una organización criminal que se dedica a destruirlos y aterrorizan a sus habitantes.

En Ratchet & Clank la jugabilidad se basa en ir matando enemigos con un variopinto arsenal de armas como lanzallamas, bombas y pistolas que hacen de todo menos lo que esperamos que haga una pistola normal y corriente. Tanto el universo creado como el diseño de los personajes y la historia en sí, siempre se narran desde un punto de vista satírico y lleno de humor, incluso por parte de los enemigos. Otro título que tuvo tan buena acogida que originó un gran número de secuelas para las posteriores generaciones de consolas.

En el número siete tenemos a uno de los grandes y probablemente uno de los títulos más vendidos en el género de Simulación. Como todos sabemos, The Sims es una saga de videojuegos en la que podemos crear nuestro propio avatar (o incluso una familia al completo) y darles una personalidad, crearles una casa, hacer que trabajen, se relacionen y consigan sus metas en la vida… o dedicarnos a matarlos en un incendio o ahogados en la piscina.

En cuanto al género de Simulación, The Sims es una de las sagas más jugadas debido a la evolución de la misma. Poco a poco las posibilidades de customización han aumentado y la jugabilidad con respecto a nuestros sims también ha mejorado. Con sus diversas expansiones podemos hacer una gran cantidad de cosas, como viajar por todo el mundo, salir de fiesta, tener mascotas y otras innumerables opciones. Algo por lo que EA ha abogado con las últimas entregas de la saga es la representación y la diversidad, abriendo más opciones para los jugadores del colectivo LGTB+ y permitiendo una selección de atuendos, peinados y personalización en cuanto a los géneros para los que estaban diseñados.

Este aclamado título es otra gran pieza dentro de los videojuegos estadounidenses. La historia de The Last of Us nos sitúa en Texas, cuando los Estados Unidos han sido asolados por una infección que convierte a los contagiados en caníbales. Joel, el protagonista de la historia, perdió a su hija en un accidente y veinte años después se dedica a negocios sucios, algo que le da de comer, ya que la Tierra ha sido devastada por la infección hasta tal punto que los humanos viven en comunas y se forman pequeñas bandas y grupos que miran por su propia supervivencia. Joel, junto con su compañera Tess y una niña, Ellie, tendrán que encontrar la forma de sobrevivir en un mundo en el que incluso los humanos se han vuelto hostiles.

La historia de The Last of Us tiene bastante peso, puesto que muestra una sociedad podrida y al mismo tiempo inocente que se ha vuelto fría casi a la fuerza. El personaje de Ellie, la niña que acompaña a Joel en todo momento, aporta ese toque de dulzura, inocencia y al mismo tiempo evolución y crecimiento a la historia. Para prepararnos para los combates tendremos un modo en el que Joel puede escuchar a los enemigos y detectar sus posiciones mediante siluetas. De esta forma podemos utilizar objetos del mapa para cubrirnos y enfrentarnos en reyertas a tiros con nuestros oponentes o, si lo preferimos, podemos usar el sigilo para atacar cuando estén desprevenidos y asestar golpes mortales. The Last of Us es una aventura oscura, con mucho carácter y de excelente calidad.

Ahora le toca el turno a un juego independiente, una de estas joyas en las que un pequeño estudio vuelca toda su atención y esfuerzo y que acaban dando resultado. Esto es Oxenfree, una aventura en la que unos chicos viajan a una isla cercana a su ciudad porque es algo que todo el mundo suele hacer, pero una vez allí, comienzan a experimentar extraños fenómenos y deciden explorar un poco más de este paraje, buscando el origen de los sucesos.

Este título llega para demostrar que el género de la Aventuras Gráfica no está muerto sino que al revés, pues goza de salud y equipos brillantes que crean piezas como esta. Durante el juego nos remitiremos a poco más que leer, y lo que leeremos son las conversaciones que Alex, la protagonista, mantiene con el grupo de amigos que la acompañan mientras exploran la isla. Conversaciones inteligentes, en las que tendrás que pensar rápido qué responder o tus amigos pasarán a otro tema rápidamente. Además de esto, Alex lleva consigo una pequeña radio, elemento que nos permite interactuar con los fenómenos de una forma entretenida e intrigante, pues acabarás abriendo la radio en cada rincón de la isla intentando encontrar todos los secretos de ésta. La historia de Oxenfree es muy interesante, y con ella las aventuras gráficas demuestran que su esencia aún late.

Este FPS es una de las apuestas más inteligentes y vendidas por Blizzard Entertainment hasta el momento. El juego nos sitúa dentro de una organización desmantelada llamada Overwatch; una gran cantidad de héroes de guerra formaban parte de ella, así como otras subdivisiones de la misma también tenían sus propios miembros. La historia de esta organización y el estado actual de la Tierra se sigue desarrollando a día de hoy en el juego, con actualizaciones y nuevo contenido.

En Overwatch jugaremos en equipos de seis jugadores —aunque hay otros modos de juego— enfrentándonos contra otro equipo y eligiendo al héroe que más nos guste. Hay varias categorías como ataque, defensa, tanque o apoyo, y todos los héroes son distintos entre sí, cada uno con su propia historia y habilidades únicas. Lo más interesante de este juego es cómo Blizzard ha sabido crear un plantel de más de 22 héroes con los que apuestan por la diversidad y la representación. Un juego divertido y dinámico que te mantendrá enganchado durante horas.

Ahora es el turno de un juego bastante reciente, PlayerUnknown’s Battlegrounds, una experiencia única de supervivencia masiva en la que estaremos solos en una isla tras estrellarse nuestro avión. Bueno, no tan “solos”... porque sí que habrá otro puñado de jugadores que querrán acabar con nuestras vidas. Al fin y al cabo, nuestro cometido es ser el último superviviente mientras esquivamos balas y avanzamos en un mapa cuya zona segura se va encogiendo.

Durante una partida de PUBG tendremos disponible para explorar toda la isla, en la que hay diversos edificios llenos de materiales de supervivencia y armas para nosotros, así como ropa que aumentará nuestras estadísticas. También dispondremos de vehículos para desplazarnos por la zona, aunque nuestro cometido es más bien pasar desapercibidos… aunque dichos vehículos son útiles cuando se reduce el terreno disponible y debemos escapar a las bombas. Una experiencia que pone a prueba tu habilidad como jugador y aumentará tu adrenalina al máximo.

En el puesto número dos vamos a hablar de una de las sagas de videojuegos más grandes de la historia, pero más concretamente del primer título que mostró a la nueva, joven e inexperta Lara Croft. En este título, Lara —a quien teníamos en mente como una de las mujeres más fieras, capaces y valientes de los videojuegos— no luce tal y como estamos acostumbrados a verla, y es que sirve de precuela a la historia de la arqueóloga.

En Tomb Raider vivimos cómo Lara, perdida en una isla en la que ha naufragado, tiene que abrirse paso para sobrevivir entre todo tipo de amenazas, humanas y animales, así como aprender y desarrollar la fuerza suficiente para hacer las acrobacias a las que nos tiene acostumbrados. Por suerte Lara puede manejar armas de fuego y utilizar técnicas de combate bastante peculiares, que junto con el sigilo nos ayudarán en una historia de superación y supervivencia sin igual.

En el primer lugar hemos posicionado a BioShock, otra conocida saga desarrollada por 2K Games y basada en los disparos en primera persona, que nos adentra en la fantástica y distópica ciudad de Rapture. Esta ciudad sumergida se fundó gracias a los ideales más bellos y atractivos para el ser humano… pero tan rápido como se fundó se fue a pique, pues su sistema político y los encargados de regirlo no hicieron muy bien su trabajo. Ahora, Rapture es un amasijo de metal y luces de neón sumergidos, llena de fugas y grietas y habitada por los restos de una sociedad adicta y enferma de la que nosotros tendremos que escapar.

Como protagonistas de la aventura, tendremos diversas armas de fuego, así como un arma para ataque cuerpo a cuerpo que podremos manejar. Pistolas de remaches, escopetas... hasta podremos mejorar las armas en unas máquinas que aumentan su nivel, así como el daño o la munición que podemos cargar. Estas armas mejoradas, junto con unas sustancias llamadas plásmidos —que encontraremos durante la historia— serán nuestra principal baza para luchar. Estos plásmidos nos otorgan algo parecido a poderes sobrenaturales, como la posibilidad de lanzar fuego por las manos, electricidad o incluso piratear máquinas si lo necesitamos. Un juegazo de tomo y lomo en el que premian el diseño, la banda sonora, el buen gusto y el mimo cuando se habla de desarrollo y creación. ¡Una auténtica obra de arte!