Es un monje budista que se desvió de su camino espiritual tras una tragedia y se unió a los Juppon-Gatana para crear un nuevo orden en Japón. Anji Yūkyūzan ha fortalecido su cuerpo y creado la técnica Futae No Kiwami, con la cual puede reducir a polvo los huesos de sus enemigos.

Durante su viaje a Kioto conoce a Sanosuke Sagara, a quien le terminó enseñando su técnica especial para que comprenda que no solo la fuerza es necesaria en la batalla. El monje quedó sorprendido por lo rápido que el luchador consiguió aprenderla, y más sorprendido cuando lo volvió a cruzar en su camino como un rival a vencer.

En combate, Anji demostró el dominio total que posee sobre el Futae No Kiwami; hasta con sus dedos podía realizarlo sin sufrir lesión alguna. Mientras, por su lado, Sanosuke apenas podía usar una mano, y ésta quedaba destrozada tras varios golpes. Únicamente esquivando los golpes del monje pudo resistir.

Finalmente, el pasado intervino en la pelea: los seres que Anji perdió en el pasado volvieron a su memoria y lo ayudaron a desistir del camino oscuro que había tomado.

Es el gran aliado de Kenshin Himura en las batallas. Sanosuke Sagara es un ex integrante de Sekihoutai, que se convirtió en luchador callejero tras presenciar la aniquilación de todo su grupo en manos del gobierno. Posee una gran resistencia y poder de recuperación.

Sanosuke aparece en la historia buscando acabar con la vida de Kenshin. Utiliza para este fin su Zanbatou, una inmensa y pesada espada. Fue derrotado tras una larga lucha, donde demostró que posee un fuerte espíritu de combate. Allí comprendió la nueva filosofía de vida del ex asesino de la revolución, la cual quiso seguir de cerca.

Durante la saga de Shishio, Sanosuke se entrena para superarse a sí mismo y servirle de ayuda a Kenshin. En la tarea fue ayudado por Anji, quien le enseñó el Futae No Kiwami, técnica con la que puede destruir una roca con un simple golpe. En tan solo una noche consiguió aprender el uso básico, todo un logro si se lo compara con su maestro, que tardó años en dominarla.

Cuando se enfrentó a Anji comprendió que todavía tenía mucho que aprender, pues no podía hacer el Futae No Kiwami con sus piernas o cabeza. De igual forma consiguió derrotar a su maestro, aprendiendo sobre la marcha del combate la técnica para contrarrestar el temible golpe mortal.

Por el empleo de esa técnica ha destrozado varias veces su mano. Igualmente sigue adelante con el uso del Futae No Kiwami, buscando dominarlo por completo y desarrollar una poderosa variante.

Es el joven líder de los Oniwabanshū, un grupo de ninjas que operan desde las sombras. Desde que conoció la reputación de invencible de Battousai, Aoshi lo busca para medir fuerzas y consagrarse como el más fuerte de todo Japón; deseo que le generó una obsesión que lo llevó a enfrentarse con el resto de su equipo.

En el primer enfrentamiento entre Kenshin y Aoshi la victoria fue para el espadachín vagabundo; derrota que marcó el comienzo del deseo de revancha. Más tarde, durante la saga de Shishio, el líder de los Oniwabanshū aparece como miembro secreto del Juppon-Gatana, el poderoso escuadrón asesino que buscó derrocar al gobierno Meiji. También sería otra victoria para Himura.

Pese a ser derrotado en dos oportunidades por Kenshin, la fuerza de Aoshi Shinomori lo sitúa entre los más fuertes. Gracias a su increíble velocidad y sus técnicas que combinan el kempo y el uso de las kodachis (espadas cortas), ha derrotado a varios enemigos en segundos. Hasta supo hacerle frente a Makoto Shishio.

Este guerrero, sin embargo, abandonó sus entrenamientos para entregarse a la meditación, tras su último choque con Battousai. Intenta recuperar la paz que perdió; esa misma paz que encontró Kenshin.

Sin lugar a dudas, Seta Soujiro es el integrante más fuerte del Juppon-Gatana. Su mejor carta de presentación es la de haber sido el único en derrotar a Kenshin Himura. Este espadachín posee una increíble velocidad que lo hace imperceptible a los ojos y un increíble control de la espada.

Tiene un rasgo muy notable en su personalidad: Soujirou no manifiesta cambios en su conducta. En combate siempre se mostró alegre y despreocupado. Si bien es un dotado espadachín, ese rasgo en su conducta no respondía a una confianza excesiva, sino a un trauma de la infancia.

Durante la revancha, Kenshin consiguió leer los movimientos de Seta, tras recibir varios ataques. Este hecho detonó las emociones de Sojiro, quien vivía bajo la filosofía que solo los fuertes merecen vivir. Battousai tuvo que revelar su técnica secreta, el Amakakeru Ryu no Hirameki, para derrotarlo.

Aunque fue sorprendido por el ataque de Kenshin, Soujirou consiguió ver el movimiento de su oponente en un segundo, información que le hizo llegar a Shishio antes de abandonar el Juppon-Gatana para encontrar su propio camino.

Saito es un agente especial del gobierno Meiji, ex capitán de los Shinsengumi. Mantiene todavía sus diferencias con Kenshin, a pesar de haber pactado una tregua para ponerle un freno al avance de Makoto Shishio.

La especialidad de Saito Hajime es el Gatotsu, técnica que consiste en estocada a toda velocidad. Se podría decir que su arsenal de técnicas es limitado, pero cada variante de Gatotsu es más poderoso que el anterior: el llamado “Zeroshiki” puede partir a un oponente en dos, a tan solo milímetros, sin importar el escudo que emplee para defenderse.

Cuando se enfrentó con Himura, el ex Shinsengumi demostró que lo iguala en poder y destreza. Aquel encuentro se declaró en empate y oficializó la tregua entre ambos. No obstante, luego de que Kenshin entrenó con Hiko, se desconoce si todavía Saito está a su nivel.

Sin la espada Saito no está indefenso; su fuerza y resistencia lo vuelve un duro rival. Derrotó sin problema a Sanosuke, demostrándole que precisaba mejorar su entretenimiento si realmente deseaba no estorbarle a Kenshin.

Se trata del maestro de Kenshin Himura, el décimo tercero en la línea de maestros de la disciplina Hiten Mitsurugi Ryu. A diferencia de su discípulo, Hiko Seijuuro ha dominado todas las técnicas que la modalidad puede ofrecer. Su fuerza está por encima que la de Battousai, siendo capaz de derrotarlo si se lo propone.

En la serie de anime aparece durante la saga de Shishio para completar el entrenamiento de Kenshin, quien recibe un curso acelerado. Hiko es derrotado por Himura durante un entrenamiento, aunque que recibió poco daño por la diferencia de poder. Durante las revueltas en Kioto, brindó su ayuda a los Oniwabanshū, derrotando con facilidad a sus enemigos.

A Hiko se lo puede ver beber sake continuamente y optar por la vida alejada de las luchas. Esto no quiere decir que no sea estricto; sigue adelante con sus entrenamientos, usa la capa que maestro Hiten Mitsurugi Ryu y ha cambiado su nombre para continuar con la tradición de maestros.

En el OVA de Rurouni Kenshin se lo puede ver entrenando a Kenji Himura, el hijo de Kenshin y Kaoru Kamiya.

Shougo Amakusa es el oponente principal de la saga Shimabara. Se presenta a sí mismo como “El Hijo de Dios”, y su manejo de la espada es tal que dejó ciego a Kenshin en su primer encuentro. Maneja la misma disciplina que Himura, el Hiten Mitsurugi Ryu, y planea llevar a cabo una revolución religiosa en Japón mediante la espada.

En su niñez, este espadachín cristiano había sido entrenado por el décimo segundo maestro de Hiten Mitsurugi Ryu (El maestro del maestro de Kenshin). Shougo demostró ser un superdotado de la espada, dominando rápidamente las técnicas. A excepción de la técnica final, que no pudo aprenderla porque debió huir de Japón. Sin embargo, pudo desarrollarla por su cuenta.

Este prodigioso espadachín se diferencia de Kenshin y todos los anteriores usuarios de la modalidad Hiten Mitsurugi Ryu porqué creó una nueva técnica: la Rairyūsen, con la cual dejó ciego a Battousai.

Además de su talento nato por la espada, Shougo presenta una velocidad que supera a la de Kenshin. Pero, a diferencia de éste, Amakusa olvidó por quienes luchaba, su fe lo había cegado y eso determinó su derrota. Tras ser derrotado, Shougo Amakusa fue exiliado a Holanda, país que aceptó recibirlo con todos sus seguidores.

En el pasado supo ser el sucesor del Hitokiri Battousai; sus allegados llegaron a temerle tanto que buscaron acabar con su vida. Algo que no pudieron hacer, a pesar de haberlo quemado vivo y abandonado en el campo de batalla. Makoto Shishio demostró no solo poseer fuerza física, sino que también espiritual.

Con el 90 % de su cuerpo quemado, muy poca actividad física puede realizar. La que hacía debía ser realizada en tan solo 15 minutos, lo que dificulta que siguieran adelante con sus entrenamientos. Algo que no fue obstáculo para él, que no solo conservó su estado atlético, sino que llegó a mejorarlo.

Con poco tiempo para luchar, Makoto se enfrentó a Kenshin, Saito, Aoshi y Sanosuke al mismo tiempo. Los derrotó sin recibir daño alguno. Pero nada pudo hacer en contra del tiempo: su combate con Himura tuvo un inesperado segundo round que le consumió los pocos minutos que le quedaban. Shishio terminó envuelto en llamas.

Enishi Yukishiro es el enemigo final de Rurouni Kenshin y, como tal, es el oponente más fuerte que enfrentó el espadachín vagabundo. Aparece en el OVA titulado Seisōhen, donde se muestra lo que fue de los protagonistas tras los sucesos que se conocieron en la serie televisiva.

Enishi es el ex cuñado de Kenshin, es el hermano menor de Tomoe Yukishiro, la mujer que determinó el camino de redención de Himura. Este villano tiene un profundo rencor por Battousai, a quien culpa por la muerte de su hermana. Durante años planeó su venganza y desarrolló una disciplina especial para ello: el Watōjutsu.

Según se reveló en el OVA, Enishi estuvo detrás del intento de golpe de Estado de Makoto Shishio. Gracias a su secreta participación conoce el secreto del Amakakeru Ryu no Hirameki, técnica que consiguió desactivar en combate. Y no solo esa, consiguió contrarrestar cada ataque que Kenshin.

Este personaje aparece en segundo lugar porque, si bien consiguió superar a Kenshin en combate, no puede determinarse si es el más fuerte. Cuando Kenshin lo enfrenta no tenía deseos de pelear. De hecho, Battousai tenía su cuerpo deteriorado como consecuencia de las luchas que libró durante su vida. Además, había dejado de entrenar.

Quien intervino y evitó la derrota de Kenshin fue Kaoru y la misma Tomoe, quien se le apareció a Enishi manifestando su deseo de que Himura siga con vida.

Como no podía ser de otra manera, el primer puesto es para Kenshin Himura, quien ya antes de adoptar su filosofía de no matar había acabado con la vida de centenares de oponentes (Incluida la de Tomoe, aunque fue accidental).

Himura luchó a favor de la era Meiji cuando era aún un adolescente, sin el permiso de su maestro, a quien abandonado en buscando un mañana mejor. Esto le significó un camino de sombra y muerte que terminó eclipsando su sueño. De igual maneras, se convirtió en una leyenda. Una que luego supo continuar con la ayuda de sus nuevos camaradas.

Si bien sufrió algunas derrotas, Kenshin Himura demostró que se sabe superarse a sí mismo; no hubo revancha en que no consiguiera la victoria. Como si fuera poco, consiguió superar su nivel tras entrenar nuevamente con su maestro.

Cuenta con un gran arsenal de técnicas, gracias a la disciplina Hiten Mitsurugi Ryu. Su fuerza física está a la par de la espiritual, según pudo observarse cuando rompió con facilidad el embrujo de Jin-E Udō, quien paraliza a sus víctimas mediante el uso del Ki.

Como si fuera poco, Kenshin cuenta con una gran capacidad para soportar el dolor. Esta cualidad lo ayudó bastante en batalla, más en su enfrentamiento con Makoto Shishio, donde quedó inconsciente e igual siguió peleando.