Yozo es un monstruo. No uno de verdad, claro, pero su alma está tan corrompida que llega a verse en el espejo como uno. ¡Algo terrible tiene que haber adentro de una persona para que le pase eso! Yozo parece tenerlo todo para llevar una vida sin preocupaciones: es hijo de un congresista que tiene mucho dinero y poder, y lo único que tiene que hacer para llevar una vida airada es seguir el camino que su padre marcó para él. Pero eso se le hace imposible. La autoridad del padre le provoca un miedo enorme, e intenta rebelarse haciendo lo peor que puede hacer, ser auténtico. Se acerca al arte, se une a un grupo de resistencia política (que en realidad es una pantalla para estafar a la gente) e incluso, después de conocer a una mujer igual de triste que él, intenta cometer un doble suicidio arrojándose al río. Es que el vacío de los corazones de ambos resuena igual de fuerte en el silencio.

Para Yozo nada es fácil, y vive su vida andando como un cadáver sin ilusiones, cubierto de miedo y desesperanza. Lo sabe: una abominación como él puede fingir todo lo que quiera, pero nunca se va a acercar a ser un verdadero humano.

Tsukiko es una mujer con, a simple vista, una mente débil y enfermiza. Demasiado tímida como para lograr una relación sana con las demás personas, pero muy creativa y talentosa. Ella es quien inventa el muñeco de Maromi, con forma de perrito rosa de ojos enormes, tan tierno que todo Japón cae rendido en un ataque de ternura. Las ventas de la compañía para la que Tsukiko trabaja crecen y crecen, y sus jefes la presionan para que cree otra mascota todo lo rápido que pueda. Pero después de Maromi su creatividad desaparece, y en el momento en que sus empleadores más la necesitan, ocurre algo terrible. Según ella misma cuenta, un chico andando en rollers la golpea con un bate, dejándola inconsciente. A partir de eso, la gente empieza a tener miedo y aparecen, uno tras otro, casos de personas que fueron golpeadas por el Shounen Bat. Algunos dicen que lo hace para liberarlos de sus problemas y preocupaciones, otros, que es un demonio. Parece ser que la respuesta está en la mente creativa y torcida de Tsukiko, y que Maromi tiene mucho más que ver con el Shounen Bat de lo que se ve a simple vista.

Accelerator es uno de los espers más poderosos en Ciudad Academia, y también uno de los más sádicos. Su habilidad llamada Cambio de Vector le permite modificar los valores de todo lo que toca. Con esta habilidad puede, por ejemplo, revertir el curso de la sangre en el interior de la persona, o incluso bloquear el sonido, entre muchas otras cosas. Al tener tanto poder, lo seleccionan para un experimento en el que intentan convertirlo en el primer esper de nivel seis. Para eso, él mismo tiene que asesinar a ciento veintiocho espers de nivel cinco, o, en el caso de que sea imposible , matar a veinte mil de nivel tres. Cualquiera temblaría con semejante propuesta, pero Accelerator acepta con gusto formar parte de la masacre. Lo hace para volverse el más fuerte y temido de todos, para que nadie lo rete en el futuro y todo el mundo lo deje en paz. ¿No creen que eso es algo que sólo puede querer una persona que sufrió mucho?

Lucy es una diclonius, una mujer nacida con un par de cuernos en la cabeza y una serie de brazos invisibles llamados Vectores, que pueden empujar y cortar cosas que estén a unos metros de distancia de su cuerpo. Eso es suficiente para que las personas normales la discriminen y aíslen. Además, debido a su anormalidad, el gobierno la usa en experimentos atroces para intentar descubrir hasta dónde llegan sus capacidades.

Cuando logra escapar del lugar de alta seguridad en donde la tienen encerrada, desata una marea de sangre y muerte sobre todos los que intentan detenerla. Una bala la alcanza, perforando el casco que lleva puesto y la hace caer al océano, inconsciente. Lucy desarrolla entonces una personalidad alterna, Nyu, que tiene una actitud totalmente inocente y pura. Tal vez represente lo que podría haber sido si la vida no la hubiera corrompido tanto, ¿no les parece?
Pero a estas alturas no parece haber vuelta atrás. Su verdadero yo es, lamentablemente, el de una asesina despiadada que masacra sin culpa numerosas vidas, sin respeto por nada ni por nadie.

Imaginen lo que se siente ser el más débil de un grupo, ese al que todos consideran inferior. Es lo que le pasaba a Tetsuo en la banda de motociclistas que formaba junto a Kaneda. Pero la cosa cambió cuando, un día, Tetsuo ganó poderes sobrehumanos. ¿Qué cómo ocurrió algo así? Tuvo un accidente grave con su moto, y como ciertas personas del gobierno estaban involucradas, se lo llevaron para curarlo. Ahí mismo descubrieron que tenía el cuerpo perfecto para repetir un experimento que ya habían intentado en el pasado con otro chico llamado Akira.

Durante su infancia, Tetsuo sufrió el abuso de otros chicos más fuertes que él, y la sombra de su propia debilidad no desapareció nunca de su corazón. Así que, cuando sus poderes despiertan, él los empieza a usar contra todo y todos los que están alrededor. El enorme poder que lo invade hace que pierda la cabeza y desate una masacre. Hasta la vida de sus seres queridos le deja de importar; se vuelve una bestia de frustración y venganza cubierta de sangre.

Nakamura es una chica solitaria y agresiva. Insulta a sus profesores y observa con desprecio a sus compañeros, a los que ve como sombras: todos iguales e inertes, siguiendo un camino recto que alguien más ideó para ellos. Es que Nakamura es una de esas personas que nacen con algo que les muerde la cabeza y el corazón todo el tiempo, una y otra vez, sin parar. Como si hubiera un bicho oscuro anidando adentro de su cuerpo y desgarrándola de a poco. Está condenada desde el principio por su forma de ser; vive en un mundo que la odia y al que odia, y quiere escapar. Así que cuando ve a Kasuga robando la ropa de gimnasia de Saeki, empieza a chantajearlo para que haga lo que le ordene. Lo humilla y lo mete cada vez más hondo en el mundo de perversión que ella misma tiene adentro. Es que Nakamura tiene la esperanza de que Kasuga, muy en el fondo, sea el mismo tipo de persona que ella. Un verdadero pervertido junto al cual poder descubrir lo que hay del otro lado de la montaña.

Shion es la hermana gemela de Mion, y ambas tienen personalidades muy distintas. A pesar de eso, usualmente intercambian sus identidades y se vuelve difícil distinguir cuál es cuál. La locura de Shion se desata cuando Satoshi, a quien amaba intensamente, desaparece un día repentinamente. Ella le echa la culpa de lo ocurrido a las tres familias de Hinamizawa. El dolor crece en su pecho hasta tomarla por completo y volverla una asesina sádica y sin empatía que busca descargarse en quienes tiene cerca, siendo protagonista de una gran masacre. Ni siquiera se detiene ante Satoko, a quien había prometido proteger. Definitivamente es una prueba de lo mucho que el dolor por la pérdida repentina de un ser amado puede torcer la mente de una persona.

Yuno es una acosadora, eso está claro. Está obsesionada con Amano Yukiteru. Tanto, que lo sigue en todo momento, lo espía, lo protege, lo sofoca. Su Diario del futuro describe únicamente lo que él hace. Yuno asesina con una sonrisa de oreja a oreja a cualquiera que intente lastimar a Yuki o a cualquiera que se le acerque demasiado, incluyendo a sus amigos. Es celosa, posesiva y está totalmente loca. Incluso llega al punto de secuestrar a Yuki y mantenerlo atado a una silla para cuidarlo mientras el día del fin del mundo se acerca. Qué monstruosa forma de amar, ¿no?

Dicen que somos lo que hacemos con lo que el mundo hace de nosotros. Bueno, la madre de Yuno hizo su parte: la encerraba durante días en una jaula sin dejarla salir, ni para comer, ni para higienizarse, ni para hacer sus necesidades. ¿Se imaginan? Por si eso fuera poco, la madre descargaba toda su frustración en ella. La culpaba de todo lo malo que había en su vida mientras la pobre chica tan sólo le pedía perdón.

Pero Yuno también hizo lo suyo. Sin ir más lejos, podemos recordar la vez en que provocó la explosión de las bombas que estaban plantadas en la escuela, masacrando un montón de alumnos para tan sólo para salvar a Yuki. ¿Lo peor? Realmente disfruta dencada una de las muertes que provoca. Siendo tan sádica, cruel, manipuladora y psicópata, ¿cómo no iba a estar entre los primeros puestos?

Light se considera a sí mismo el Dios del nuevo mundo, la justicia encarnada. Tiene la firme convicción de que el mundo está podrido gracias a quienes lo corrompen y, por eso mismo, masacra una tras otra a una enorme cantidad de personas, escribiendo sus nombres en la Death Note. En la mente prodigiosa de Light no hay lugar para la culpa, ni para la empatía. Sus manos permanecen siempre limpias, pero su alma vive cubierta de sangre.

Al principio tan sólo busca deshacerse de todos los criminales del mundo para volverlo un lugar limpio y justo. Ve sus nombres y sus rostros en las noticias y les arrebata la vida en pocos segundos con su Death Note. Pero a medida que va pasando el tiempo, su filtro moralista se achica más y más: enfoca su mira en las personas que mienten, las que insultan, las que se rebelan. Tal como dice el Shinigami Ryuk, parece ser que Light busca ser la única mala persona que quede en el mundo. Nada le arrebata sus convicciones. Está seguro de que el fin justifica los medios, y cualquiera que se ponga en su camino se vuelve simplemente una molestia de la que deshacerse. No importa si es un desconocido, un amigo, o su propia familia. Al fin y al cabo, Light cree estar más allá de todo: manipula, miente, juega y asesina. Él es el Dios que viene a limpiar el mal del mundo.

Johan Liebheart es un joven alemán de rasgos angelicales y expresión tranquila, pero bajo la máscara que tiene por cuerpo se esconde aquello que es en realidad: un demonio sádico y asesino. ¿Saben cuál es su deseo más profundo? Convertirse en el último ser humano vivo en el mundo.

Johan es un gran manipulador. Captura a las personas bajo su voluntad utilizando su encanto y carisma y las conduce inexorablemente hacia su propia destrucción. Cualquiera que llega a tener contacto con él es enfrentado cara a cara contra el dolor, el sufrimiento y la muerte. ¿Pueden verlo? Johan es el peor tipo de persona retorcida. Un monstruo que se esconde en la sutileza, que teje redes de colores para ahorcar con ellas a quienes se acerquen a admirarlas. Hablando de su inteligencia, de su porte angelical y de su carisma, no crean que estamos atribuyéndole ninguna virtud. No; es más bien lo contrario: esas son sus armas, son sus garras filosas, son su forma de encantar a los demás para luego destrozarlos.

Sí, es un despiadado asesino en serie con un gran agujero en su corazón, pero lo peor de él es que logra extraer la parte monstruosa y corrupta que habita en el resto de las personas. Convierte la inocencia en crueldad, la confianza en paranoia, el cariño en la clase más baja del odio. Prácticamente nada puede conmoverlo: es que es un enemigo declarado de todas las cosas vivas.