Empecemos con algo no tan extraño. Esto es un decir, porque un juego sobre Michael Jackson ya nos hace levantar la ceja. Cuando escuchas un juego sobre el Rey del Pop, estamos dispuestos a apostar que pensaste que el género del título estaría relacionado con la música. Suena lógico, ¡pero la lógica es para los tontos! Michael Jackson's Moonwalker es un beat’em up donde el músico, con su traje de Smooth Criminal se enfrenta a zombies, mafiosos, militares y animales.

Además de sus golpes normales, Jackson puede realizar uno de sus fabulosos bailes para eliminar a todos los enemigos de la pantalla.

Pero la mejor parte es que el objetivo del juego es rescatar a niños que han sido secuestrados. Perdón, ¿dijimos la mejor parte? Quisimos decir la peor. Considerando las acusaciones de abuso infantil que Michael Jackson recibió al final de su vida, las implicaciones del juego son terribles. Y se vuelve peor cuando, después de salvar a un pequeño, Jackson se agarra la entrepierna y lanza un grito. ¡Oh, vaya!

Dicen que ser padre es el trabajo más difícil del mundo. Nadie te prepara para él y por más consejos que recibas y libros que leas, los bebés siempre se las ingenian para sorprenderte de la peor manera. Los minihumanos parecen tener un deseo de morir, por su búsqueda constante de peligro, mientras que los padres hacen su mejor esfuerzo para que la especie sobreviva. Esta lucha milenaria de opuestos es la que encontramos en Who’s Your Daddy?, donde dos jugadores se enfrentan: uno en el rol del bebé suicida y otro en el del padre que debe impedirlo.

Si el bebé logra matarse (bebiendo cloro, poniendo un tenedor en la corriente eléctrica otras creativas formas), él gana. Es una victoria pírrica, pero, hey, un triunfo es un triunfo. Jugar este Who’s Your Daddy? es muy divertido en una forma increíblemente mórbida. Si te hace sentir mal reírte de la muerte de bebés, es comprensible (y creemos que habla bien de ti), pero si sirve de algo, el modelo del bebé del juego nos hace pensar que no es humano. Así que ríe con gusto, suponemos.

WarioWare es una serie de microminijuegos que lo único que tienen en común son las situaciones aleatorias (y divertidas una vez que te das cuenta lo que haces) en las que están inspiradas. En realidad, nada tiene que ver con Wario. La razón por las que el equipo escogió a la versión malvada de Mario es porque, de acuerdo a sus propias palabras, Wario es estúpido y siempre está haciendo cosas tontas. Ouch.

Quizá parte de lo extraño del título se deba a la localización del juego. WarioWare: Smooth Moves tiene conexiones muy fuertes con la cultura japonesa. Las poses que debes hacer con el WiiMote están inspiradas en dioses, demonios y otros elementos que un japonés conoce a la perfección. ¿Alguien de occidente? Probablemente las desconozca. Por esto, el equipo de localización debió encontrar paralelos al contexto. Así, tenemos a un elefante, en vez de un tengu, y a un conserje cósmico en vez del príncipe Shoutoku.

¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si el género otome y la película The Birds de Hitchcock compartieran una noche de pasión? ¡Nosotros tampoco! En un mundo normal, ninguna persona lo hubiera pensado. Pero, como ya hemos visto, este planeta será cualquier cosa excepto normal. Hatoful Boyfriend es una novela visual donde debes conquistar a distintas aves (en serio, son pájaros de verdad) al mismo tiempo que buscas encajar en un mundo post apocalíptico dominado por las criaturas emplumadas.

Sabemos que este género tiene premisas ridículas, pero esto es un nuevo nivel. Y lo más absurdo de todo es que no es un mal juego. La historia es interesante y el libreto del juego resalta. Incluso puede ser emotivo por momentos, pero entonces recuerdas que estás hablando con una paloma y pierdes un poco de tu cordura. De todas formas lo vale. Como un simulador de citas con aves logra cautivarnos de tal forma es algo que jamás entenderemos y, honestamente, quizá no debamos esforzarnos intentando comprender.

El rey del cosmos es fabuloso, y muy, muy irresponsable. Tú, como el príncipe el cosmos, debes corregir la destrucción que este monarca deja tras su paso. El rey dirá que fue un accidente cuando destruyó las estrellas, la luna y otras constelaciones, pero es difícil creerle cuando confiesa que disfrutó haciéndolo. Por cosas como estas es que los franceses empezaron la revolución, rey. Sé responsable con tu poder.

Como príncipe, debes resolver este predicamento. Pero, como sabes, la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma. Así que, ¿cómo creas estrellas? Rodando tu Katamari para absorber todo lo que te encuentres a tu paso. Desde basura y dulces, hasta animales y personas, y si tu Katamari crece lo suficiente puedes agregar a tu colección el planeta completo. Imagina estar disfrutando de un picnic con tu familia y amigos, cuando de repente un alien diminuto rola su pelota para que su caprichoso rey haga más estrellas. La vida no tiene sentido, amigos.

¿Alguna vez has querido jugar a ser dios y crear abominaciones de la naturaleza? ¡Seaman es el juego que estabas buscando! Los peces humanos que crías (reencarnaciones de una diosa egipcia, en serio) son seres caprichosos. Seaman es una extraña mezcla de Animal Crossing con Hey You, Pikachu! El juego se basa en interactuar con tu Seaman, pero solo de vez en vez por día. Este videojuego se enorgullece de ser como la vida, donde el cambio sólo ocurre paulatinamente.

Con el paso del tiempo, tu pequeño monstruo comienza a platicar contigo. ¿De qué crees que podría hablar este pez-hombre? De política, filosofía y economía seguro serían tus últimas opciones, pero ya ves. Quizá lo más bizarro de todo no sea el juego en sí, sino el hecho de que el mismísimo Leonard Nemoy, el Señor Spock, narra el juego. Como dato curioso, la versión de Dreamcast se convirtió en el tercer juego más vendido para la consola al momento de su estreno. Jamás comprenderemos este planeta.

Dejemos por un momento de lado los videojuegos que nos perturban por lo raros que son (volverán, no temas), para concentrarnos en otra clase de absurdo. Este videojuego fue creado por el actor, comediante y director de cine, Takeshi Kitano, una estrella japonesa. Takeshi no Chōsenjō incluía advertencias en el empaque sobre la dificultad del juego: “No intentes jugar este título con habilidades convencionales”, decía, “El jugador debe completar desafíos casi imposibles para terminar el juego”, nos precavía.

Pero las palabras no te preparan para lo que ibas a enfrentarte. El juego trata sobre un empleado de oficina renunciando a su trabajo para ir a buscar un tesoro en una isla. ¿El problema? Takeshi no Chōsenjō no cree en las pistas o en un buen diseño de progresión. Eres botado a tu suerte para descubrir lo que tienes que hacer. Sin embargo, los pasos a seguir son tan específicos y rebuscados que hay un 99% de probabilidades que jamás descifres lo que esta abominación espera que hagas. Además, si mueres en algún punto de la aventura (que es garantizado que ocurra), tendrás que empezar de nuevo desde el inicio.

Absurda es la existencia de este videojuego terriblemente diseñado. Ah, también es absurdo que si te divorcias al inicio del juego y te niegas a pagar manutención, tengas que batirte a muerte contra tu esposa y tus propios hijos.

Weird Dreams tiene un título que le queda bastante corto. Más que Sueños Raros, este videojuego debería ser nombrado algo como Pesadillas que Tendrás en el Infierno Después de Llevar una Vida Llena de Pecado, pero entendemos que no es tan pegajoso como Weird Dreams así que nos tendremos que conformar con ese nombre. Criaturas extrañas, insectos gigantes, niños perversos, entornos bizarros y más están a la orden del día para perseguirte por las noches.

Este título tiene la naturaleza caótica que caracteriza a los sueños. Pero en un mal sentido porque no entiendes qué demonios está pasando. La forma de resolver los acertijos que te presenta a veces sigue la lógica del mundo onírico, es decir, no tiene sentido. Pero, vamos, de lo contrario no estaría en la lista de los juegos más absurdos, ¿verdad? Como Takeshi no Chōsenjō, Weird Dreams tiene una dificultad inflada que te hará volver sobre tus pasos desde el inicio en cuanto pierdas todas tus vidas. Y cuando das tumbos en la oscuridad y todo quiere matarte, tendrás que comenzar de nuevo bastante seguido.

2017 fue un año asombroso para los videojuegos. Con juegos como Breath of the Wild, Persona 5, Nier: Automata, Mario Odyssey y tantos otros más, se sentía imposible que 2018 estuviera a la altura. Pero con tan solo dos meses de existir, podemos decir que este año ha superado al anterior. ¿No nos crees? Entonces, ¿cómo explicas la existencia de Genital Jousting, un juego donde eres un pene llamado John en busca de una cita para su reunión de secundaria? Jaque y mate.

Este juego es una metáfora de la lucha constante entre clases donde los seres humanos nos consumimos compitiendo el uno contra el otro, muchas veces al costo de la vida de los demás e incluso de la nuestra. Genital Jousting nos obliga a considerar nuestras relaciones humanas y las metas que nos ponemos en la vida. En este mundo capitalista la única solución es aprender a dar y recibir. Verdadero arte. Por supuesto que estamos mintiendo, aunque no con la parte de dar y recibir.

Este juego se disfruta más acompañado con otras personas, como una buena orgía. Si de por sí el concepto del juego ya es lo suficientemente ridículo como para hacerte reír, todavía lo es más reunirte con amigos y escucharlos gritar: “¡Déjame penetrarte, maldita sea!” o “¡Métemela a mí!”. Podrás decir que es un humor muy infantil, y tendrías razón, pero a veces, después de un día difícil, lo que más necesitas es una sesión de penetración rodeado de tus mejores amigos y amigas, ¿sabes?

Las palabras no bastan para describir Cho Aniki: Kyuukyoku Muteki Ginga Saikyou Otoko. Ningún lenguaje, humano o no, ha existido o existirá que tenga la capacidad para expresar lo que Cho Aniki es o representa. Más que un videojuego, Cho Aniki es una experiencia. Y estamos convencidos de que una experiencia con drogas (seguro que era ácido) fue lo que inspiró la creación de Cho Aniki: Kyuukyoku Muteki Ginga Saikyou Otoko.

En cuanto a las mecánicas de juego, no hay nada raro en Cho Aniki. Te desplazas de izquierda a derecha disparando a la horda de enemigos que intentan destruirte, obtienes power-ups y después te enfrentas con el jefe. La función no es extraña, es la forma la bizarra. Para empezar, todos los modelos de los personajes del juego, tanto protagonistas como enemigos, fueron digitalizados por computadora. Esto significa que se ven como humanos reales, pero las gráficas antiguas hacen que no se vean del todo bien.

Imagina que alguien logra concentrar la esencia de JoJo’s Bizarre Adventure: hombres musculosos en poses extrañas siendo fabulosos. Ahora imagina que combinamos esa esencia con peces, sirenas, cabezas flotantes, ancianos, robots, ángeles, pirámides humanas y mucho más. En verdad creemos que debes jugar por ti mismo Cho Aniki, la sorpresa es mejor si no sabes lo que debes esperar. Así que tómate un momento para saborear la alucinación que es este juego.