Hay más de lo que se ve a simple vista cuando se trata de Kanata. Es que él parece un joven tranquilo y sumiso, pero lo cierto es que tiene un lado sádico muy marcado. Uno de sus pasatiempos favoritos es poner a la gente en aprietos con intrincadas trampas, así que cuando Yamamoto aparece ante él, la primer idea de Kanata es hacerle justamente eso. Curiosamente, no tarda en descubrir que disfruta más de tener un encuentro íntimo con él que comportándose como un conspirador.

Omoi Agari to Koi no Wana es uno de los mangas más recientes de Panco, por lo que se puede apreciar cómo han ido mejorando sus dibujos. Un uke como Kanata siempre es bienvenido, porque toma cartas en el asunto y no espera a que sea el seme quien lo busque. Él es un chico con las ideas claras y sabe muy bien qué es lo que quiere. Una de las cosas llamativas de este manga es que la relación entre los dos personajes avanza demasiado rápido, con Yamamoto diciéndole a Kanata que quiere salir con él. Aun así, no podemos considerar esto un aspecto negativo, ya que podemos ver cómo interactúan y se conocen.

Trabajar en control de calidad es el trabajo ideal para un introvertido como Aono, que no sabe tratar con la gente, pero las vueltas del destino lo llevan a ser transferido al departamento de ventas de la empresa, donde sus compañeros de trabajo lo burlan por tartamudear y por su apariencia. Un día, Aono está despotricando en la terraza del edificio cuando un compañero de trabajo, Gouzaka, lo escucha. Desde ese momento, el hombre conocido como “el príncipe del departamento de ventas” se niega a alejarse de Aono.

Aono es un pobre hombre que ha sufrido durante su vida adulta el acoso de sus compañeros de trabajo, no solo por ser tartamudo sino por su particular voz, ganándose el apodo de “sapo”. Gouzaka es todo lo contrario, un hombre exitoso y querido por todos, aclamado por su habilidad en las ventas y su aspecto físico. Pero como todo buen manga Yaoi, ¡estos dos polos opuestos terminan envueltos en un romance tierno y sensual! Si bien Aono no está muy convencido al principio, se termina haciendo a la idea que las intenciones de Gouzaka para con él son honestas. Como es habitual en los mangas de Panco, sobran los momentos adorables, sin mencionar que el uke es el tipo de persona dulce y amable que hay que proteger a toda costa.

Seto, que se desempeña como médico, siente total aversión por las personas presumidas y de carácter volátil. Cuando a su clínica se presenta un boxeador que reúne todas las cosas que él odia en una sola persona, e instándolo a ser su médico personal, Seto no puede más que negarse. El problema es que este boxeador no está dispuesto a aceptar un no como respuesta…

¿Qué pasa cuando los caminos de un atractivo y musculoso boxeador se cruza con el de un médico hosco pero no por eso menos apuesto? El resultado es un manga como Ultimate Lovers. Estos dos parecen ser polos opuestos, pero lo cierto es que son bastante parecidos: ambos son testarudos, plantándose en una decisión y negándose a dar el brazo a torcer. La tensión que hay entre los dos es palpable, impulsando al lector a desear el momento en que ambos compartan un momento de intimidad. Si hay algo que destaca este manga de Panco es que estos dos personajes intercambian los roles en la cama. ¡Así es! Se trata de un par seke. ¡Un verdadero festín para los ojos!

Shidou es un tatuador antisocial que no confía en nadie, y desde pequeño ha tenido problemas para relacionarse con la gente debido a su fiera mirada. Aunque él no es un delincuente, todo el mundo parece tomarlo como tal, así que Shidou se niega a entablar relaciones duraderas con la gente que lo rodea. Ya sean amigos o amantes, Shidou procura mantenerlos lo más lejos posible, hasta que aparece Takita y pone la vida del tatuador patas para arriba.

Body Talk Paradox es un manga que, si bien tiene un trasfondo dramático, no falla en dar momentos de comedia. Shidou es una persona que ha perdido la fe en la gente, por lo que se encierra en sí mismo negándose a creer que las intenciones de Takita para con el son sinceras. Mientras tanto, Takita es una persona excéntrica, pero que está verdaderamente interesado en tener una relación seria con la persona que ama. Como es habitual en los mangas de Panco, el arte es llamativo y atractivo, sin mencionar los personajes, ¡uno más apuesto que el otro!

No es difícil entender por qué Hozumi Hirokawa se ha enamorado perdidamente de Yamato Odajima, y es que ¿cómo no caer rendido a los pies de quien lo ha salvado? El problema es el amigo de la infancia de Yamato, Misaki, quien está todo el tiempo junto a él. Celoso, Hozumi ventila sus frustraciones con Misaki, tratándolo mal y, como resultado, haciendo enojar a Yamato. Un día, cansado de que Hozumi moleste a su amigo, Yamato lo castiga… ¡¿con un beso?! Lo que parece comenzar como una historia cómica pronto se convierte en un drama, cuando la mangaka decide mostrar un poco del pasado de estos personajes.

Por un lado tenemos a Hozumi, un uke entusiasta con actitud de perrito faldero, siempre siguiendo a su amado a donde sea que vaya; del otro lado está Yamato, que tiene más pinta de delincuente que otra cosa, pero que tiene un gran corazón. Estos dos tendrán que atravesar múltiples obstáculos para poder terminar juntos, sufriendo en el camino e incluso teniendo que estar separados. Panco logra atrapar con la historia de estos dos chicos, incluso se las arregla para hacer llorar a más de uno. Por suerte, el ingenuo cachorrito logra quedarse con su amado héroe.