La prisión de Deadman Wonderland no distingue entre prisioneros. Sin importar el crimen, todos caen en sus redes y deben trabajar para hacer su estancia un poco más tolerable. Sin embargo, entre los ladrones, los drogadictos, y aquellos que sólo cometieron un error antes de caer en manos de la ley, están los asesinos seriales. Los monstruos que no tienen ninguna consideración a las vidas humanas. Y muy pocos de esos asesinos son tan terribles como la Asesina del Jardín de Niños, la pequeña Daida Hibana.

Daida sólo tiene dos víctimas en su historial, pero eso no la hace menos peligrosa. Como hija única de una fanática religiosa, su madre la torturaba por cualquier error de etiqueta que cometía, desde mojar la cama hasta no comer “como una dama”. Con esa educación, cuando un compañerito del kínder la empujo, Daida decidió que era necesario castigarlo, justo como su mamá le enseñó: Cortándolo en cachitos y enterrándolo en el jardín de niños. Fue entonces cuando la policía descubrió que también había asesinado a su propia madre y estaba convencida de que su cadáver le seguía dando órdenes.

Por si eso fuera poco, Daida se elevó en los rangos de Deadman Wonderland hasta volverse una de las Custodias de los Deadmen, los hombres y mujeres que pueden controlar su sangre como armas. Daida no tiene ese poder, ella sólo usa su espada para atacar y “disciplinar” a los Deadmen que caen en sus manos. Por la crueldad con la que lo hace, esta pequeña cae en el décimo lugar de nuestra lista. .

En el gremio de los asesinos a sueldo existen niveles. Dependiendo de lo que quieras pagar, es la calidad del servicio. Pero existe un asesino en particular que sólo los más ricos y los más desesperados se atreverían a contratar. Un asesino sin nombre, cuyo rostro es desconocido incluso para las fuerzas de la ley y para sus propias víctimas hasta el último momento. El asesino conocido como El Dios de la Muerte. En todo el mundo, muy pocas personas han sobrevivido a un encuentro directo con este hombre, que puede causar la muerte en un instante, sin que puedas ver un arma en su mano.

Y por si fuera poco el miedo que causa el saber que podrías morir de pronto en medio de la calle sin que absolutamente nadie viera a tu asesino, incluso en medio de una multitud, hay un horror más escondido tras el nombre de Dios de la Muerte. El que ha estado activo en los últimos años, no es el original. Es su aprendiz, que traicionó al primer Dios de la Muerte para robar su nombre y su reputación. El primer Dios de la Muerte fue capturado, pero hay rumores de que podría resurgir. Y si lo hace, ninguna persona involucrada en su sufrimiento estará a salvo.

Por la paranoia que puede causar el saber que hay un asesino prácticamente invisible entre la multitud, y el miedo que provoca en sus víctimas, el Dios de la Muerte tiene el noveno lugar de la lista.

Imagina que toda tu vida has estado bajo la sombra de paredes gigantescas que rodean tu aldea. Nunca has cruzado la puerta, pero cada año ves salir a un grupo de soldados dispuestos a “recuperar” el territorio humano. Y cada año regresan menos, heridos, cansados, y con expresiones aterradas. Esto es porque más allá de las paredes viven los Titanes, criaturas que parecen humanas, pero son gigantescas, desnudas, y cuyo único instinto es comer carne humana. No por necesidad, sino por diversión. Y un día aparece un Titán mucho más grande que los demás, un Titán colosal, y la pared que siempre te ha protegido cae bajo sus golpes.

Si ese escenario no te hace temblar, podemos agregar más detalles que se van revelando sobre los Titanes: antes eran humanos. Y si bien algunos pueden recobrar su conciencia e incluso controlar la transformación –sólo después de devorar a otro humano que puede hacer lo mismo-, la mayoría no pueden. Se vuelven la misma amenaza que estaban intentando combatir, movidos solo por el instinto. Y eso le puede pasar a cualquiera. Un amigo querido, tu propia familia, tú mismo. Nadie está seguro de los Titanes o la transformación.

Por la paranoia que los Titanes causan en todos los seres humanos en su mundo, y por su extraña apariencia, se ganan a pulso el octavo lugar de nuestra lista.

Johan Liebert tiene la cara de un ángel. Rubio, de ojos azules, facciones tan finas que podría fácilmente pasar por su hermana gemela con una peluca y un poco de maquillaje. El problema es que su interior es el de un demonio, un psicópata que no tiene ningún respeto por la vida humana. Desde pequeño ha estado rodeado por la muerte, y cuando lo conocemos es porque, tras la muerte de sus padres adoptivos, alguien le disparó en la cabeza. Es ahí cuando el Dr. Kenzou Tenma arriesga su carrera para salvarle la vida, convencido de que todas las vidas son iguales y merecen ser salvadas. Lamentablemente para el doctor, Johan sobrevive y su manera de agradecerle a Tenma sus servicios es matar a todos los doctores que criticaron dicha decisión, antes de desaparecer del hospital.

Años más tarde, el Dr. Tenma parece estar en la cima del mundo. Es el nuevo jefe de cirugía en su hospital, y los asesinatos del pasado están ahí, en el pasado. Pero cuando un sospechoso de robo es internado en el hospital, y parece estar ligado a una serie de muertes brutales, es cuando Tenma descubre la verdad sobre el niño que salvó años antes. Johan mata al sospechoso frente a Tenma, y admite que, dado que Tenma le salvó la vida, es, al final, responsable de todas las muertes que Johan ha causado. Pero lo más terrible es que Johan es invisible para la justicia. Otros son culpados por los crímenes que ha cometido, y eso lo deja libre para seguir su cruzada de terror. Y es eso, y su total incapacidad de sentir empatía, lo que lo hace tan terrible.

A diferencia de otros miembros de esta lista, Johan es completamente humano. Eso lo hace terrible, y le da el séptimo lugar entre los personajes de terror.

Si tus rencores son tan grandes que quieres enviar a tus enemigos al infierno, te encontraras cara a cara con la Chica del Infierno, Ai Enma. A primera vista, no parece peligrosa. Es una hermosa chica adolescente vestida en un kimono tradicional, con largo cabello negro. Lo único que traiciona su origen sobrenatural son sus ojos, de un rojo brillante. Cuando la ves, Enma te ofrece un contrato con ella: Si lo aceptas, se llevará a tu enemigo principal al infierno. Pero eso significa que tu nombre también será escrito en una vela, a su lado. Cuando mueras, tu compartirás su condena.

Lo que hace a Enma tan terrorífica es que ella no muestra ninguna emoción. Si bien sabemos que puede sentir algo de empatía por quienes la buscan, no se muestra ni en su rostro ni en su voz. Ella sólo hace su trabajo. Si la víctima del sitio no se merece una eternidad de sufrimiento, a ella no le importa. Su trabajo es guiar a las almas al infierno, no juzgarlas.

Esa manera en la que se desconecta del trabajo, y la facilidad con la que puede mandar inocentes al infierno sin piedad, le dan el sexto lugar de nuestra lista.

Una de las adicciones más terribles que existen son las apuestas. Cuando uno es adicto a los juegos de azar, puede perder todo: su fortuna, su dinero, y su dignidad. A menos que sea increíblemente suertudo, o sepa como hacer trampa sin ser descubierto, aquellos que están en las garras de la adicción a las apuestas nunca tienen un final feliz. Kirari Momambi, la presidenta del consejo estudiantil de la academia privada Hyakkaou lo sabe bien y aprovecha eso para gobernar su escuela con un puño de hierro. Bajo sus reglas, el apostar es la única forma de subir de nivel en la escala social, y aquellos que pierden quedan completamente bajo su poder, al grado de que tiene el derecho de controlar sus vidas, con quien se casarán y cuántos hijos tendrán al salir de la escuela, si su deuda es suficientemente alta.

Pero lo que hace más terrorífica a Kirari no es la cantidad de poder que tiene en sus manos, sino que al igual que su posible rival Yumeko Jabami, es adicta a la emoción del juego. No necesariamente a jugarlo directamente, no, sino a ver a otros caer más y más en la desesperación hasta que apuestan la vida con tal de tratar de recuperar sus pérdidas. La misma escuela es sólo su jardín de juegos, y todos los estudiantes en la misma son sus marionetas y el que puedan ser mutilados o mueran durante las apuestas, le importa poco siempre que ella pueda divertirse.

Por esa absoluta falta de empatía y el poder casi hipnótico que tiene sobre la escuela, Kirari se gana el quinto lugar de nuestra lista.

Uno de los sueños de muchas niñas es el ser una princesa mágica: Una chica con poderes mágicos que luche para salvar a sus seres queridos con el poder del amor. Normalmente es una fantasía inocente, sin consecuencias. Y eso es justamente lo que Kyuubei y su raza, los Incubadores, aprovechan para hacer contratos con cualquier chica con sueños y esperanzas para reclutarse en una guerra eterna en contra de las Brujas, seres abstractos que se alimentan de la desesperación de las personas que caen en sus laberintos.

Si sólo se tratara de eso, Kyuubei sería únicamente despreciable por reclutar menores de edad en una guerra. Pero como no les da toda la información, pasa de despreciable a terrorífico: Lo que las niñas ignoran es que las brujas son las mismas chicas mágicas que perdieron su esperanza y fueron consumidas por la desesperación. Tampoco saben que Kyuubei espera que eso pase, porque eso le pasa a todas las chicas que han hecho contratos con él; la energía que desprenden las peleas y la transformación es lo que su raza usa para, según dicen, evitar la entropía del universo.

Por su frialdad y la manera en que manipula a las niñas, además de lo terrible que se ve al nunca cambiar su expresión facial, Kyuubei gana con facilidad el cuarto lugar de nuestra lista.

Los homúnculos en general son terroríficos. Criaturas que parecen humanas, pero tienen más poderes que los mismos alquimistas, y si bien tienen emociones en general, su única característica en común es su absoluta lealtad a Padre. Dicho esto, el más terrible de los homúnculos es el que aparentemente es el más inofensivo: Pride, que se hace pasar por el hijo del Rey Bradley, Selim Bradley. Como el más viejo y cruel de los Homúnculos, considera a la humanidad insectos sin una utilidad más allá que ser sacrificios para los experimentos de Padre. Su indiferencia a otros es tan grande que incluso los otros homúnculos lo consideran un monstruo.

Añadido a su personalidad, sus poderes lo hacen ser más temible. Si bien Envy puede cambiar de forma y hacer que dudes de todos a tu alrededor, Pride puede fusionarse con las sombras. Donde quiera que estés, si hay una sombra, Pride puede estar observándote. No importa lo pequeño de la sombra, puede volverse un ojo, una boca. Y si te puede ver, te puede devorar.

Como el único homúnculo que hizo que Riza Hawkeye sintiera miedo, Pride obtiene el tercer lugar de nuestra lista.

La raza de los ghouls es terrorífica por naturaleza. A simple vista, son humanos. Puede que sean un poco excéntricos, que nunca los veas comer, y que tengan un particular gusto por el café bien cargado, pero fuera de eso, son humanos. Excepto que en realidad son más fuertes que los humanos, tienen armas invencibles que salen de sus cuerpos, y se alimentan de carne humana. Algunos son civilizados y sólo quieren vivir en paz con los seres humanos, y comen de fuentes medianamente éticas, como víctimas de accidentes, suicidas, y víctimas de asesinato. El problema es que no puedes saber si accidentalmente entras al territorio de uno que si le gusta cazar.

Donato Porpora pretendía ser un Ghoul civilizado. Incluso había logrado elevarse en los rangos de la Iglesia Católica, quedando a cargo de un pequeño orfanato en Rusia. Le daba esperanza a los niños abandonados, cuidándolos de los horrores del país. Pero en realidad, le importaban poco los niños y su bienestar. En realidad, los cuidaba como si fueran ganado, para siempre tener comida disponible que nadie extrañaría. Peor aún, cuando finalmente fue capturado por la organización anti-ghouls, no dudó en vender a su especie con tal de que lo mantuvieran con vida. Es un sociópata que en realidad cree que no existe nada más delicioso que el sufrimiento de terceros.

Por esa crueldad, y por la cantidad de gente a la que ha traicionado, Donato Porpora se gana a pulso el segundo lugar en esta lista.

Otro monstruo que por su propia naturaleza resulta aterrador, son los parásitos. Su forma natural es similar a un gusano, pero una vez que entran a un organismo huésped, como digamos, un ser humano, pueden cambiar la forma de su cuerpo a voluntad, cambiando su rostro sin problemas. Es decir: cualquier persona a tu alrededor podría ser un parásito. Por si esa paranoia no fuera suficiente, se alimentan de seres humanos. Y si bien en un principio lo hacían de manera desorganizada, poco a poco logran juntarse en un solo lugar, guiados por el alcalde de Fukuyama Este, Takeshi Hirokawa.

Pero en una organización que incluye a Tamara Reiko, la parasito que adora hacer diferentes experimentos incluso usándose como conejillo de indias, y a Gotou, el parásito compuesto de cinco diferentes parásitos, ¿Qué es lo que Takeshi ha hecho para ser peor? Bueno, para comenzar, fue quien decidió organizar a los parásitos para que tuvieran zonas de comida “seguras”, quien está convencido de que los parásitos son seres superiores que pueden dominar el mundo y acabar con la humanidad… y es el único en la organización que es humano. Sí, a diferencia de los demás, Takeshi no está controlado por un parásito, no tiene el deseo instintivo de devorar personas. El simplemente quiere ver a la humanidad caer.

Por su empatía hacia monstruos caníbales, y su odio a la raza humana, Takeshi Hirokawa se gana el primer lugar de nuestra lista.