¿Qué es IP? [Diccionario Gamer] “Nuevos horizontes, el nacimiento de una franquicia”

¡Hola de nuevo! Seguimos con nuestros repasos por la terminología gamer, esta vez poniendo el foco en un ejemplo que no todos conocen, y que se puede prestar a confusiones. Hablaremos de IP, pero esta vez no se trata del Internet Protocol, ese que tiene mucho que ver con internet y los videojuegos en línea. Esta aplicación de IP se refiere a los videojuegos en sí, y es algo que muchas veces asociamos a los eventos de presentación o las compañías desarrolladoras. ¿Quieres, entonces, investigar un poco más sobre esto y entender de qué hablamos? ¡Comencemos de una vez!



Intellectual Property: ¿qué son las IP?

Como bien indica el subtítulo, IP es la sigla de “Intellectual Property”, que en español significa “propiedad intelectual”. Para una empresa, esto se refiere a los títulos que han creado, y que a su vez sirven como punto de partida, en casos de éxito, para lo que después resultan grandes sagas. Cuando compramos un juego, nos sentimos atraídos por su aspecto, sus mecánicas, su historia, y varios otros factores que se hacen sentir mientras jugamos, pero hay otros factores que no están directamente relacionados a la experiencia de juego, como el título. No obstante, que sea un título llamativo es algo que las empresas no dejan al azar, y por motivos obvios y legales, tampoco pueden dejar de pensar en títulos originales que no tengan relación con otros más famosos.

Más allá de “un nombre”, la propiedad intelectual también abarca la historia que compone el juego, con el lore, la mitología y el trasfondo de personajes y escenarios. Esta misma propiedad intelectual hace que, para una compañía, las IP sean muchísimo más importantes que el producto final o el juego en sí, porque son el capital con el que pueden revertir las malas experiencias o generar sus próximos ingresos.

Ejemplos prácticos de IP

Si todavía te parece un poco enredada la explicación, pasemos a ejemplos mucho más sencillos de entender. Como dijimos, las IP son propiedades —justamente— de cada compañía, así que podríamos hablar de Warcraft como una IP de Blizzard, Final Fantasy como una IP de Square Enix, The Elder Scrolls como una IP de Bethesda o The Legend of Zelda como una IP de Nintendo. Cada uno de estos casos tiene detrás una fuerte saga, por lo que las IP resuenan en la cabeza del consumidor; cuando nos hablan de Warcraft enseguida lo asociamos a sus creadores y a entregas pasadas, que nos aseguran un trasfondo (la guerra entre humanos y orcos), características de juego (estrategia y mucho role-playing) y estándares de calidad. A su vez, lo mismo podemos decir de The Legend of Zelda, de quien nadie podría pensar algo que no esté relacionado con Nintendo.

Pero las IP no solo tratan de grandes sagas con casi una decena de títulos bajo el brazo, sino que las empresas renuevan sus IP año a año, y muchas veces le ponen fin a otras menos exitosas. En eventos como la E3 o el Tokyo Game Show, se dan a conocer juegos totalmente nuevos que suponen nuevas IP, y que en el caso de los juegos AAA, son casos que podrían suponer ingresos millonarios y el establecimiento de una IP en la cultura popular. Con el paso de los años, algunas IP que fueron famosas en su momento han caído en desgracia, pero que no se hagan nuevos juegos no implica que la IP ya no exista o haya dejado de ser propiedad de sus dueños originales.



Casos de éxito y fracaso en los últimos años

Cada empresa maneja un abanico de IP que suponen su capital más fuerte, y en los últimos meses tenemos casos muy sonados. Destiny es una IP en la que se invirtieron cifras exorbitantes, no solo en la creación del juego sino en su campaña de marketing. Cuando el juego se estableció, incluso con opiniones cruzadas, sus creadores (Bungie Studios, High Moon Studios, Radical Entertainment) decidieron seguir apostando a esta IP, anunciando la llegada de Destiny 2. En el caso de las IP creadas desde cero, a veces son lo más valioso para los pequeños diseñadores o estudios independientes, pero que luego se traducen en millones y millones de dólares.

Otro fabuloso ejemplo de propiedad intelectual es Minecraft, un juego que puede gustarte o no, pero que nadie puede negar su importancia y popularidad. En sus inicios, el juego y todo lo referido a él pertenecía a Mojang, y el nombre más asociado a ello era el de Markus Persson. Unos años más tarde, es Microsoft quien se ha hecho con esto, poniendo muchísimo dinero para hacerse cargo de este negocio. Como ven, las IP son una mercancía de cambio, a veces forzado pero otras muchas con cesiones voluntarias.

Una IP que ha pasado por varias manos es, por ejemplo, Crash Bandicoot. Claro está, todos pensamos en Naughty Dog cuando se trata de este juego y sus primeras —y exitosas— 3 entregas (1996 a 1998), pero luego fue la gente de Traveller's Tales Oxford Studio quienes se hicieron cargo de Wrath of Cortex (2001) y Twinsanity (2004). A su vez, después tuvimos Crash of the Titans (2004) y Mind over Mutant (2007), creados por Radical Entertainment. De hecho, Crash Bandicoot es un ejemplo genial pues nos permite comentar otro aspecto muy importante de las propiedades intelectuales: una IP se puede aplicar a múltiples sistemas de juego. Además de los juegos de Aventura y Plataformas, la franquicia se hizo popular también por sus juegos de carreras, siendo Crash Team Racing creado por Naughty Dog, Nitro Kart por Vicarious Visions y Tag Team Racing por Radical Entertainment. La propiedad intelectual es una sola, y compone muchos aspectos que hacen que Crash Bandicoot sea Crash Bandicoot, pero los aspectos económicos y legales son algo que queda por fuera del usuario común.

Algo que no hace falta explicar mucho es lo que sucede con las IP que fracasan o quedan en el olvido, y seguro se te ocurren mil ejemplos de juegos que hace pocos años eran los más conocidos, y hoy ya ni se oye hablar de ellos. Aún así, esa IP sigue latente y puede explotar en cualquier momento, como pasó con el nuevo Doom, o todo lo referente a Sonic.

Palabras finales

Una IP es, para los creadores de videojuegos, lo más importante de la ecuación, incluso muy por encima de lo que nosotros, como jugadores y consumidores, esperamos o exigimos. Ahora, cuando una empresa anuncie una “nueva IP” en los grandes salones de videojuegos ya sabrás a qué atenerte, y tu vocabulario gamer se sigue enriqueciendo. ¿Quieres comentarnos algo más al respecto? ¡También queremos que nos cuentes cuál es tu IP favorita! ¡La caja de comentarios es vuestra!

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Escritor

Autor: Doku

¡Hola, querido público! Mi nombre es Damián, pero de toda la vida he sido -Doku-, un gamer nocturno y amante del surf, las aventuras al aire libre y la buena música... ah, claro, ¡también me gusta el anime! Desde ya, estoy encantado por aportar a vosotros mi granito de arena en esto de recomendaros series, juegos y tal, pero tampoco dudéis en dejarme títulos para investigar en los comentarios.

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