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Antes de pasar a la definición de "weeaboo", es necesario comprender que cada persona tiene gustos particulares, ya sea hablando de música, series, películas y un largo listado de temas. A través de nuestra vida los gustos van cambiando en función al ambiente en el que nos desarrollamos y, conforme nos vamos haciendo mayores, incluso nuestro gusto por el anime va cambiando. Ahora con el internet tenemos un espectro más amplio y podemos conocer culturas diferentes con total facilidad; solo es cuestión de saber buscar para estar al tanto de todo lo que nos interesa.
El weeaboo es una persona occidental que idealiza la cultura japonesa… cosa que no sería un problema si no fuera porque la mayor parte de sus referencias se limitan al anime y al manga. Así pues, al weeaboo no les es posible ver todo el panorama de la sociedad nipona y llega al punto del fanatismo en que podemos verlo o escucharlo utilizando en su día a día palabras sueltas del japonés, a menudo mal pronunciadas, o creyendo que cualquier producto de origen japonés es superior. De esta manera se aíslan de cualquier ojo crítico.
Es normal que tengamos preferencias y sobre todo en el mundo del anime, que es tan vasto. Podemos llegar a dominar las series, saber todos los detalles de los personajes, datos curiosos e incluso los pormenores de la vida e inspiración del director de cierta serie. De hecho, no hay nada malo con eso sino que al contrario, permite conocer a fondo las obras y lo que los directores tratan de darnos a entender con ellas. Si ahondamos más, nos podemos empapar de la cultura nipona a través de la animación y eso es muy bueno, pero ¿qué sucede cuando esto se vuelve una obsesión?
Conociendo la cultura japonesa
La cultura japonesa es una de las más respetadas del mundo. Japón es un país muy particular ya que durante el XVI llegaban a los puertos del país mercaderes de Portugal, Inglaterra, Holanda y España, y con esto arribaron los misioneros cristianos. Pero fue recién en el comienzo del siglo XVII cuando temiendo una invasión militar extranjera, el Shogunato Tokugawa instauró un aislamiento con el resto del mundo, manteniendo relaciones comerciales solo con China y Holanda a través de la ciudad de Nagasaki.
Este aislamiento les permitió preservar su cultura y expandirla sin influencias occidentales; esa es la razón por la cual dentro de la cultura japonesa podemos encontrar, aún dentro de la sociedad actual, elementos del folclore japonés, el teatro kabuki y las tradiciones del budismo, de la misma manera que no tienen problema que el mundo los reconozca por su industria del entretenimiento. Se podría decir que Japón toma elementos de diferentes culturas y las vuelve parte de la suya, basta con echar un vistazo a su leyendas populares y a su concepción del mundo.
El Sakoku y su impacto en la cultura japonesa
El Sakoku fue una política exterior japonesa que aislaba al país, a tal grado de no dejar entrar o salir a ninguna persona bajo pena de muerte. Aunque la política no excluía por completo el contacto extranjero si mantenían las relaciones a un nivel muy bajo, y con esto se logró eliminar la amenaza extranjera, sobre todo de los misioneros de origen español y portugués, ya que si se lograba instaurar la religión católica en el país ponía en peligro el centralismo del Shogunato.
Mantuvieron las relaciones comerciales con Corea, China y en menor escala con los países bajos, pero siempre en alguna isla alejada del territorio principal. Con esta pequeña apertura al mundo occidental estaban al tanto de los avances tecnológicos, pero durante estos años y sin la influencia extranjera, la sociedad nipona se enfocó en su propia cultura. El Sakoku duró hasta 1853, cuando la marina de Estados Unidos llegó a Tokio exigiendo la apertura de la isla, obligando a firmar del tratado de Kanagawa y abriendo la isla de nueva cuenta a los extranjeros. Así fue como durante mucho tiempo Japón logró conservar su cultura ancestral, manteniéndola apartada de la influencia extranjera que traería consigo la apertura económica de Japón.
El manga y el anime.
El principal error que llega a cometer el weeaboo es creer que la vida en Japón es exactamente igual que como la ve en el anime y el manga, esto sin tener en cuenta que estos medios de entretenimiento tienen una fuerte influencia extranjera. Los primeros manga de las historia fueron influenciados por la caricatura satírica inglesa e incluso el “el dios del manga”, Osamu Tezuka, basó la mayoría de su obra en los dibujos animados de Disney, esto después de la rendición del Japón Imperial y con posterioridad a la segunda guerra mundial.
Incluso en el anime han habido algunas colaboraciones interesantes, tenemos por ejemplo el proyecto de Marvel Anime, una serie de cuatro animes y dos películas producidas por Marvel Entertainment y el estudio Mad House. Con eso nos damos cuenta de que ni siquiera los estudios de animación se aíslan, sino que al contrario, se arriesgan a colaborar con estudios de animación occidentales para obtener mejores beneficios y mayor reconocimiento.
Debemos evitar volvernos weeaboo
Dentro del argot del internet, la palabra weeaboo tiene una connotación despectiva y muy negativa. Se vincula a una persona fanática que no acepta ninguna opinión ni postura en contra de sus gustos, y en casos más profundos se puede llegar a un punto de alienación en donde tratan de actuar como cierto personaje de serie animada, imitando las acciones o frases de estos y en función a la que estén viendo, cambiando abruptamente de personalidad en relación al protagonista que más les guste. Evitar el volvernos weeaboo es tan simple como investigar y leer acerca de la cultura nipona y su historia o tomar a los individuos del anime como lo que son: simples y llanos personajes animados.
Palabras finales
Es necesario deshacernos de este estereotipo ya que no existe ningún problema en que nos guste el anime, pero muchas personas no aceptan su gusto por la animación japonesa por el temor de ser catalogados como weeaboo. Para evitar tal situación se requiere invertir un poco de nuestro tiempo en investigar y conocer el origen de las series que consumimos y no está de más conocer la historia y cultura de Japón, siendo esta la única manera de tener un panorama amplio con respecto a la sociedad nipona y así poder darnos cuenta de que a pesar de todo lo que tiene por ofrecernos el país asiático, este en sí mismo tiene sus pros y sus contras.
Existen recursos para conocer más a fondo Japón sin necesidad de salir de tu país、 e incluso en el mismo internet hay documentales muy buenos, entre ellos cabe resaltar a Hafu: The Mixed-Race Experience in Japan o Jiro Dreams of Sushi, entre otros. Otra buena idea es aprender el idioma en escuelas especializadas y también consultando toda la información escrita que existe en internet, para así no repetir una y otra vez las frases típicas que vemos en todo anime. Por último, no debemos sentir vergüenza por denominarnos otakus, pero necesitamos alejarnos de los estereotipos negativos y siempre tener criterio y sentido común para manejarnos de la mejor manera con la gente que nos rodea.
¿Qué piensan ustedes de los weeaboo? ¿Alguna vez tuvieron un conocido, amigo o familiar así? ¿Será que ustedes mismos fueron llamados weeaboo en alguna oportunidad? Nos encantaría saber sus opiniones al respecto. ¡Nos leemos en la próxima!