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Advertencia: este artículo está lleno de spoilers. ¡Lee bajo tu propio riesgo!
Rumiko Takahashi ha demostrado continuamente que ella es conocida como la Diosa del Manga por buenas razones. Después de su éxito con la Comedia de karate, Ranma 1/2, volvió a acertar con InuYasha, y su última obra Kyoukai no Rinne. Todos ellos han sido adaptados a series de anime populares que no son tan diferentes a los materiales originales.
En InuYasha: a feudal fairy tale, disfrutamos de las aventuras de un chico mitad-demonio del período Sengoku (aproximadamente entre 1467 a 1603), y una chica del Japón moderno que fue transportada de regreso al pasado debido a la mágica Perla de Shikon que estaba oculta en el interior de su cuerpo. Inuyasha y Kagome tienen que unirse para derrotar al poderoso demonio mash-up llamado Naraku, quien quiere el poder de la Perla de Shikon.
Después de muchas aventuras, derrotar a todo tipo de enemigos, y un triángulo amoroso con la encarnación previa de Kagome, nuestra pareja y sus aliados derrotan a Naraku. Nuestra heroína vuelve al Japón moderno (como se espera de este tipo de series de anime) y vive una vida normal por un tiempo. Pero al final, ella elige vivir con Inuyasha y el resto de sus compañeros en la era Sengoku.
A pesar de que es una forma feliz de terminar la historia, nosotros como otakus no podemos dejar de imaginar cómo habría sido la vida de estos dos en el Japón moderno. Inuyasha no era desconocido en el hogar de la familia Higurashi, como podemos ver en una docena de episodios del anime.
Kagome es una chica responsable que equilibra su tiempo entre el Japón feudal y sus deberes en la era moderna, así que va a menudo al presente para ponerse al día con sus estudios. Inuyasha la sigue a través del pozo en el Santuario Higurashi que conecta las dos épocas, por lo que conoce a su familia y, para la envidia de cualquier yerno o nuera, es bien aceptado por ellos. Incluso Buyo, el gato, parece estar a gusto en la compañía del poderoso y temperamental medio demonio (no podemos olvidar esas escenas divertidas donde Inuyasha juega con él).
Así que, sin más preámbulos, vamos a echarles un vistazo a las 5 razones por las cuáles Inuyasha y Kagome deberían vivir en el Japón moderno.
1. Inuyasha no necesitaría disfrazarse
Cuando Inuyasha está en el mundo moderno, tiene miedo de llamar la atención, por lo que se "disfraza". Eso quiere decir que lleva una gorra de béisbol para ocultar sus orejas de perro. Sí, sabemos que es cómico y todo, pero... ¡Inuyasha, haznos un favor a todos y deja esa gorra de béisbol! ¡No lo necesitas en el Japón moderno!
Con tantas tendencias de moda únicas y diversas, la gente en estos días tiene la libertad de usar lo que le gusta en las calles de Tokio. ¡Inuyasha y Kagome podrían fácilmente pasar por una pareja normal en Akihabara! Y, si la gente de su barrio pregunta, pueden simplemente decir que Inu es fan de Chobits, gente gatuna o algo así. Kagome e Inuyasha no necesitarían trajes para ir a convenciones de anime, eso está claro. ¡Incluso sus ropas combinan con el Santuario Higurashi! Lo que nos lleva al siguiente punto…
2. Llevarían el Santuario más cool del Japón moderno
¡Oh, el legado! Este es un aspecto importante tanto en el Japón feudal como moderno. Las posesiones materiales valiosas pasan al primer hijo de la familia, que entrena desde la infancia en el sutil arte de cómo dirigir empresas, tiendas y en este caso particular, un santuario.
Aquí entra Souta, el hermano menor de Kagome, para cumplir esta función. El problema es que él quiere ser un jugador de fútbol. Así que imagínense por un momento, lo genial que sería tener una Sacerdotisa con verdaderos poderes espirituales y un medio demonio real como dirigentes del templo. Podrían ser un equipo, así como lo eran en el pasado. Incluso hay un par de episodios donde combaten youkais en el Japón moderno. En uno de ellos, la Perla de Shikon despertó a una Máscara Noh carnívora. Inuyasha la cortó fácilmente con su espada Tessaiga, pero... ¡¿y si él no hubiera estado allí?!
Así que... ¿tal vez por eso Takahashi sensei nos está dando ahora Kyoukai no Rinne, que sucede en el presente? De todos modos, en una época en que la religión Shinto etá desapareciendo, contar con poder sobrenatural auténtico en la familia Higurashi haría maravillas para reanimar a las antiguas creencias.
3. Porque Kagome podría tener una carrera
Seamos honestos, no hay mucho que Kagome pueda hacer en la era Sengoku. Sí, ella todavía podría ser cazadora de youkai con Inuyasha y compañía, pero ¿qué pasaría con su tiempo libre? La tecnología también está limitada allí, y aunque se las ha arreglado bien hasta el final de la serie, es diferente a estar permanentemente en los viejos tiempos.
Inuyasha no muestra sus emociones fácilmente, pero él afirma varias veces en el anime que le importa Kagome, y piensa que ella debería permanecer en el Japón moderno. Entonces, ¿qué pasaría si ella se convierte en contador para el templo Higurashi o en doctora? Incluso podría volver un par de veces al pasado para unirse a la anciana Kaede, que sabe mucho sobre plantas medicinales. ¡La mejor parte del presente y del pasado se unirían! Además, Inuyasha se ahorraría el tener una mujer activa y aburrida. Tal vez eso le salvará de algunos "Abajo" también.
4. ¡Porque el romance interracial es el rey!
En el pasado, Inuyasha sufrió porque era mitad-demonio, lo que significaba que no pertenecía a los pueblos humanos ni a los grandes clanes youkai. Esto también complicó su romance con Kikyo, la encarnación anterior de Kagome. Sabemos cómo terminó eso, con Naraku engañando fácilmente a la pareja, haciéndolos luchar uno contra el otro, y con Kikyo herida de muerte. Pero (como Kagome misma ha dicho) ella es una persona diferente a pesar de ser reencarnada. Inuyasha era solitario con Kikyo, pero con Kagome él tiene amigos en los que confía y protege. Aunque el mitad-demonio insistió varias veces que era más seguro para Kagome estar con su familia, ella siempre volvía a la era Sengoku para luchar contra Naraku, demostrando que era fuerte y determinada.
El Japón moderno es un poco más tolerante al romance mixto, así que al menos el entorno social sería mejor. También necesitamos más modelos positivos a seguir hoy en día sobre cómo manejar las diferencias inevitables que un romance así implica. No se trata de amor a primera vista, eso es sólo el principio. Kagome e Inuyasha nos demuestran que, si una pareja trabaja en conjunto y se mantiene unida, pueden superar cualquier obstáculo. Incluso a un mash-up de demonios.
5. ¡Porque queremos ver los lindos bebés-cachorritos que tendrían!
Sabemos que, una vez que la Perla de Shikon fue destruida, Kagome decidió vivir en el Japón moderno para siempre. Pero después de graduarse de la escuela secundaria, ella sigue extrañando a Inuyasha y sus antiguos compañeros. Inuyasha también le dijo en la batalla final contra Naraku que ellos estaban destinados a estar juntos. Eso viniendo de parte de un youkai temperamental y poco comunicativo tiene que significar algo ¿verdad? Así que, al final, se reunieron en la era Sengoku. Naturalmente ella se casaría con Inuyasha y procedería a tener bebés con él, pero…
¡No es justo que no tenemos nuestra ración de fotos de Instagram de sus hijos! Todo el mundo sabe que los bebés mixtos son los mejores. Inuyasha era un bebé mixto también, y era lindo de niño. Y sólo imaginen detener a Kagome en la calle mientras empuja un cochecito de bebé, para poderse tomar una selfie con el pequeño Inu. ¿A quién no le gustan los cachorritos? ¿Qué sería mejor que jugar con bebés-cachorritos entonces?
Conclusión
Como conclusión a este artículo, sólo podemos decir una cosa: Vamos todos a encontrar ese viejo pozo para dejar caer esta lista de razones en él. Tal vez la lista encontrará su camino a la era Sengoku y podamos convencer a Kagome e Inuyasha de volver 😀
¿Les ha gustado esta lista de razones? Agradecemos sus comentarios y sugerencias. Hasta pronto!
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