Encabezando la lista se encuentra Kanojo wa Uso wo Aishisugiteru, un manga de Romance con tintes de Drama que de seguro te hará sonreír a la vez que gritar. Riko ama cantar, y por eso forma una banda con sus dos mejores amigos de la infancia, practicando día y noche para convertirse en una banda exitosa. Lo que más inspira a la joven de dieciséis años son las letras de su banda favorita, Crude Play, a cargo del compositor Aki, cuya identidad es un misterio. Un día, de regreso a su casa, Riko se encuentra con un extraño llamado Ogasawara, quien le pregunta si quiere ser su novia. ¡¿Cómo?! La muchacha accede al instante, pero el hombre guarda un profundo secreto…

Riko, al igual que Nino, inicia un viaje en la música que le abre puertas que jamás hubiera soñado con abrir y, también, aprende cómo hacer uso de su voz para alcanzar cada rincón del mundo. Así como Yuzu escribe sus canciones únicamente para Nino, Aki compone con Riko siempre en mente. Ambos mangas exploran la vida de dos jóvenes que tienen como centro vital la música y cómo, a través de la misma, se conectan con las personas que aman.

Rin es un muchacho de catorce años que tiene un sueño frustrado: convertirse en cantante. Gracias a que posee una voz profunda y extraña, nadie quiere seguir escuchándolo cuando comienza a cantar; pero Rin es un bailarín talentoso, así que abandona sus sueños de convertirse en cantante para dedicarse al baile, actuando en las calles para ganar dinero. Tras un encuentro imprevisto con la banda de idols del momento, Beatmen, el sueño de Rin sale nuevamente a flote, ya que aparentemente su voz es única en su tipo, poseedora de un poder que cautivará al público.

Dragon Voice muestra, al igual que Fukumenkei Noise, la historia de un joven que quiere cantar y ser escuchado. Para ambos protagonistas, esta oportunidad llega en forma de una banda popular, que les otorgará un espacio para cumplir con sus objetivos. Algo que une a los protagonistas de estos mangas es su particular y poco ortodoxo estilo para cantar, con Rin y su extraña voz, pero también con Nino, quien más que cantar parece gritar.

Miyako es la estudiante perfecta; nunca saca malas notas y siempre sigue las reglas, tal y como le prometió a su difunto padre que haría. Pero un día, mientras ordena un salón de la escuela, una guitarra llama su atención y sin pensarlo comienza a tocar… ¡aún cuando está en contra de las reglas! Peor todavía, un compañero lo grabó todo. Ahora Azuma le dice que si no se une a su banda como guitarrista le mostrará el video a las autoridades de la escuela. ¿Qué hará Miyako tras este chantaje? ¿Cómo hacer que los sentimientos más profundos se vean reflejados en la música?

Miyako y Nino se plantean esta pregunta constantemente, luchando por encontrar la respuesta y finalmente logrando que sus canciones lleguen a destino. Formando parte de una banda, ambas protagonistas tienen la posibilidad de alcanzar sus sueños, dando rienda suelta a lo que más les apasiona. Aunque breve, la historia de Miyako logra retratar el amor por la música y el deseo de comunicar los más profundos sentimientos a través de ella, algo que también destaca en Fukumenkei Noise.

Después de pelearse con su novio, Mayu canta sola en un karaoke su canción favorita cuando alguien ingresa en la habitación. ¿Es posible que se trate de Yuya, el cantante original de dicho tema? Mayu no puede creer lo afortunada que es y, tras comprobar que no es un maravilloso sueño, pasa toda la noche junto al idol, creando recuerdos que perdurarán en su mente por siempre... aunque al irse, Yuya se arrepiente de no haberle preguntado el nombre a la joven. Días más tarde, en el mismo karaoke, un extraño irrumpe en la escena y exige que Mayu se vaya con él y forme parte de su banda. Touga ha quedado hechizado por la voz de la joven, y no puede permitirse no tenerla en su grupo. Un tiempo después, Yuya se cruza con Touga y su banda y, para su sorpresa, con Mayu, ¡ni más ni menos que la muchacha de aquella noche nevada!

Angel Voice y Fukumenkei Noise comparten el esquema de un triángulo amoroso, en el que resulta muy difícil elegir con cuál de los personajes masculinos quedarse. ¡¿Por qué nos hacen esto?! Al igual que Yuzu, Touga está determinado a poseer la voz de Mayu a cualquier costo, y no permitirá que Yuya se la arrebate. Además, ambas protagonistas manifiestan un deseo de reencontrarse con esa persona que las inspira a cantar con todas sus fuerzas.

Maki lleva una vida pacífica hasta que decide ayudar a Nobitani, un chico de su escuela al que le hacen bullying. Tras esto, sus amigas comienzan a dejarla de lado, y el resto de las chicas la toman como blanco para bromas. Nobitani se siente culpable de que Maki tenga que sufrir todo esto por su culpa, así que le regala un boleto para el concierto de una banda llamada East Robo. Parada en primera fila, la muchacha observa con atención al cantante de la banda sin poder quitarle los ojos de encima, lo cool que se ve y cómo el piercing que lleva en la lengua lo hace resaltar. Cuando comienza a sonar una balada, Maki tiene la sensación de que aquel cantante apuesto la está mirando a ella…

¿Quién es este cantante que le resulta tan familiar, y por qué la mira fijamente como dedicándole sus melodías románticas? Sin saberlo, Maki y Nino escuchan una banda compuesta por personas cercanas a ellas, fascinadas por el sonido y las letras. Si bien Nobitani parece ser un muchacho sumiso, demuestra un lado más posesivo en cuanto a Maki se trata, al igual que Yuzu y Momo con Nino. La música es importante, pero también lo es lo que hay detrás, cosa que aprendemos tanto en Fukumenkei Noise como en Nousatsu Rock Shounen.

Mitsuki tiene una promesa que cumplir a su mejor amigo de la infancia, Eichi: convertirse en una cantante pop famosa; pero lamentablemente, un tumor maligno en la garganta se lo impide. La niña de doce años puede operarse y perder su voz junto con las esperanzas de cumplir la promesa, o luchar por lograr su cometido sin importar nada. Es ahí cuando entran en escena un dúo de shinigamis, Takuto y Meroko, quienes le otorgarán una escapatoria temporal de su enfermedad, convirtiéndola en una chica de dieciséis años capaz de alcanzar su sueño de cantar sin sentir dolor.

A través de la música, Mitsuki y Nino buscan que su canción llegue a todo el mundo para que sus amores de la infancia, Eichi y Momo, puedan escucharlas sin importar donde estén. Ambos jóvenes se alejan de las vidas de las muchachas cuando son tan solo niñas, dejando una herida abierta que solo la música puede cerrar. Con la ayuda de sus amigos shinigamis, Mitsuki puede llegar a convertirse en una estrella y de esta manera lograr que Eichi la vea, esté en donde esté, al igual que Nino tiene la posibilidad de hacer que Momo la escuche con la ayuda de la banda de Yuzu, In NO Hurry to Shout.