Albedo es una mujer serena, meditativa y pacífica... en apariencia, pues como sabemos, las apariencias engañan y más en el caso de una diablesa. Albedo tiene una personalidad lujuriosa, sádica, orgullosa y muy cruel, lo que contrasta aún mas no solo con su personalidad sino con el casi demente amor que siente por Ainz, lo que no es extraño viendo sus otros rasgos y su pureza, algo totalmente extraño en una súcubo ya sea física o mentalmente, aunque suponemos que esos son los gajes de trabajar en una tumba.

A menudo no se aprecia tanto esta característica de Albedo ya que el estatega de Nazarick es Demiurgo, pero ella es también una increíble estratega y la única capaz de llevar la especialmente pesada tarea de supervisar a todos y cada uno de los habitantes de la tumba, lo que da prueba de sus increíbles capacidades mentales, a la par de las físicas. A medida que todo se desarrolla Albedo demuestra ser capaz de pensar mucho más allá de sus compañeros guardianes. ¿Que secretos guardará en esa hermosa cabeza?

Esto probablemente está relacionado con su raza, ya que sería muy ilógica la existencia de una súcubo que no fuera sexualmente irresistible, tanto por su aspecto como por su comportamiento. El caso de Albedo no es excepción y se la describe como un ángel de belleza, incluso cuando la comparamos con el panteón de hermosura y sex-appeal que conforman las guardianas y pléiades de Nazarick. Albedo es un espectaculo para los ojos y una sonrisa suya puede hundir el corazón de cualquier hombre o mujer en un estado de lujuria incontrolable, sin siquiera usar sus poderes de encanto... aunque generalmente todos los que se encuentren con ella suplicarán por su vida.

Pese a no ser la más poderosa de los guardianes, ya que es superada con creces por su hermana menor Rubedo y en cierta medida por Cocytus, el poder defensivo de Albedo es absurdamente alto. Por supuesto, su poder ofensivo es realmente temible también, ya que es capaz de pulverizar a sus enemigos si la molestan, y a los que no puede pulverizar de buenas a primeras, los puede dejar indefensos y listos para ser destruidos con solo usar el encanto de los súcubos, al que nadie más que Ainz (un no muerto) se puede resistir, para desgracia de nuestra sexy diablesa.

La lealtad de los miembros del gremio Ainz Ooal Gown es legendaria e inquebrantable, ya que le ven como a un dios creador, un ser de sabiduría absoluta y perfección sin límite; por lo tanto, jamas le traicionarían. Sin embargo, Albedo va mil veces más allá, ya que en su loca cabeza lo prioritario no es el gremio sino su dios y amor platónico, por lo que su lealtad hacia él va mas allá de la de cualquier otro guardián superando incluso a la que profesa por Tabula, lo que le permite hacer cosas que serían impensables para cualquier otro.