No es fácil descubrir tu vocación, pero muchas veces pasa que eso que sabes hacer excelentemente bien no está muy bien visto o, por el motivo que sea, te genera cierta vergüenza. Eso último es lo que pasa con Tatara, quien al igual que muchos otros hombres, siente que la danza no es algo que se nos de muy bien.

Incluso a riesgo de pasar vergüenza ante la gente, y más aún con la chica que le gusta al lado —y siendo ella misma tan buena en la danza—, Tatara no deja de aceptar que le encanta bailar, incluso interesándose en la competencia y soñando en convertirse en un campeón. Evidentemente, mientras otros chicos preferirían probar suerte en algún deporte convencional, Touta es fiel a su corazón y deja todo por el baile, y eso lo hace más admirable aún.

Obviamente, Ballroom e Youkoso es un anime que intenta ser relativamente realista, incluso aunque se base en un caso excepcional. Tatara Fujita tiene un don para el baile y por suerte —o casualidad— supieron detectarlo, pero lo que hace a este chico aún mejor bailarín es su talento innato para observar a sus compañeros y poner en práctica sus movimientos.

Cuando su profesor le pide repetir un ejercicio indefinidamente, lejos de cuestionarlo él agacha la cabeza y se pone a repetirlo… durante toda la madrugada, porque Kaname se olvida de él y se acuesta a dormir, descubriéndolo a la mañana con los pies a la miseria. Así como ha logrado imitar los movimientos de Kaname con solo verlos (y luego los de Kiyoharu) tampoco es que le haga asco a practicar hasta la perfección, y eso es lo que a la larga lo terminará convirtiendo en el mejor.

Olvidémonos un poco de Tatara, y concentrémonos en el estereotipo del hombre que sabe bailar y mover su cuerpo… ¿verdad que suelen llevarse a todas las chicas? Un hombre que sabe bailar siempre tendrá la posibilidad de pegar su cuerpo al de una mujer y bailar sensualmente con ella, cosa que Tatara tiene en cuenta como táctica para acercarse a Shizuku. Aunque claro, para una bailarina no deja de ser algo “normal” dentro de su vida.

Tatara se mueve genial, balanceándose y recorriendo la pista con elegancia; por si fuera poco, verlo vestido de traje y con su pelo engominado le suma muchísimos puntos. En definitiva, Tatara pasa de ser un chico con baja autoestima y perdido en sus estudios para convertirse en un imán para el sexo opuesto, por lo que tampoco podemos culpar a Honey por alborotarle el avispero…

¡Si ya hablamos de lo físico, ahora hablemos de su fortaleza mental! La verdad es que la situación de Tatara en el inicio del anime estaba lejos de ser la mejor, viéndose abrumado por su presente y su futuro. Al menos, se sentía menos solo cuando vio que Shizuku, una de sus compañeras, también tenía dudas sobre qué decisiones tomar, así que incluso aunque ella tuviera buenas notas y él no, sus mundos no estaban tan separados. ¡Cuál fue su sorpresa al descubrir que eso no era tan así y ella era casi perfecta!

También vimos situaciones parecidas al soñar con ser novio de Shizuku y descubrir que ya tenía un chico en su vida, o cuando soñaba con convertirse en un gran bailarín pero se comparó con los profesionales. Así todo, su humildad lo hace ubicarse y a partir de allí seguir creciendo, hasta lograr torcer esa realidad y llevarse un muy buen “premio”.

Sí, ya quedó muy claro que este muchacho puede bailar y superar las adversidades, pero no hemos hablado de cómo es como persona: ¡una dulzura! Su personalidad generosa la vemos cuando pone los intereses de otros por delante de los suyos, ya sean las aspiraciones de Shizuku y Kiyoharu como bailarines, o la relación de ellos como pareja de baile y algo más.

Aunque podríamos verlo como su primer rival, no dudo ni un segundo en defender al chico de las críticas en más de una oportunidad; a pesar de no ser correspondido en primera instancia, siempre trató de la misma forma a Shizuku; la misma bondad se transmite a Mako y Kaname… pero aún hay un gesto más tierno que pinta de cuerpo entero a Tatara: ¡se veía súper dulce narrando las peleas de sumo para su abuela con problemas de visión! Este chico es todo un tesoro, que realmente podría enamorar a cualquiera.