Katsuhira Agata es un muchacho reservado, que se ha vuelto el blanco de los matones de la escuela por su actitud distante. A pesar de ser golpeado constantemente, Katsuhira no se queja, ya que él no siente ningún tipo de dolor… ni de emoción. Pero todo cambia cuando él, junto a otros adolescentes, es forzado a unirse al Sistema Kizuna, un experimento donde todos ellos estarán conectados.

Uno de los adolescentes forzados a unirse es Hajime Tenga, un compañero de clase de Katsuhira. Él es un muchacho ruidoso y escandaloso, muy temido entre los demás por su actitud temeraria. Aunque puede llegar a resultar desagradable, lo cierto es que Hajime tiene un lado amable y demuestra tener cierta aptitud para el liderazgo.

Para este personaje, Tomoaki Maeno utiliza una voz propia de un matón, arrastrando las erres y elevando el tono. A través de su voz podemos conocer un poco más de la personalidad de Hajime Tenga, lo que da cuenta de un trabajo bien hecho por parte del seiyuu.

Maika Sakuranomiya es una jovencita dulce y amable que está en la búsqueda de un trabajo a medio tiempo. El problema es que nadie quiere contratarla porque tiene una mirada severa que asusta a la gente. Por suerte, su camino se cruza con el de Dino, el dueño de un café, quien decide contratarla para cumplir el rol de camarera con personalidad sádica.

Dino es un hombre muy atractivo que siente fascinación por la imagen tradicional de la jovencita japonesa, con largo cabello negro; es por eso que se siente inmediatamente flechado por Maika. Su apariencia es la de un hombre refinado, pero lo cierto es que es un otaku obsesionado con la cultura japonesa.

Por ese motivo, su voz oscila bastante entre sus dos facetas, la de hombre de negocios y la de aficionado del anime. Así, puede pasar de hablar formalmente a demostrar de manera efusiva su amor por Maika y todo lo relacionado con Japón. Tomoaki Maeno demuestra tener un amplio rango vocal, puesto que pasa de hablar en un tono bajo y comedido a una voz elevada y exaltada.

Al escuchar que su madre está muy enferma y al borde de la muerte, Haru Kaidou vuela a Canadá para cuidarla. Tras su llegada, no solo descubre que su madre le había mentido, sino que pretende que Haru se haga cargo de su hermano adoptivo, Ren. Haru le promete al muchacho que ambos vivirán juntos en Japón cuando Ren se gradúe de la escuela, y él pretende hacerle cumplir dicha promesa.

Haru, el protagonista de Super Lovers, ha demostrado ser un hombre amable que se preocupa por los demás y está siempre dispuesto a ayudar; no es solo su apariencia la que nos demuestra que es un hombre bueno y gentil, sino también su voz. ¡Y es que la voz es tan importante como la apariencia!

Haru tiene una voz suave que hace que cualquiera se sienta cómodo en su presencia, y su tono amigable lleva a la gente a querer conocerlo mejor. Pero Haru no es solo carisma, ya que por momentos podemos vislumbrar sus inseguridades y miedos, que manifiesta con voz temblorosa y aterrada. Maeno le da a este personaje el tono de voz justo para transmitir todas estas pequeñas cosas que forman a Haru.

Tras el asesinato de su padre, la princesa Yona debe huir del palacio para escapar de un destino similar. Acostumbrada a tener todo lo que desea, la jovencita ahora tiene que aprender a valerse por sí misma. Con la ayuda de su guardaespaldas, Hak, Yona inicia la búsqueda de los cuatro dragones legendarios para que la ayuden a hacer justicia y a restaurar el orden en el reino.

Como se trata de un general, Hak tiene presencia y es respetado por quienes lo rodean. Haciendo gala de un excelente manejo de la lanza, y por tener la cabeza siempre sobre los hombros, él se gana el puesto de guardaespaldas de la princesa… aunque muy a su pesar. Hak es un joven que demuestra tener el espíritu libre de la Tribu del Viento, con una voz despreocupada que borda lo socarrona.

Tomoaki Maeno también ha sabido darle el tono adecuado en las situaciones de batalla cuando Hak debe arriesgar su vida para salvar a Yona. En esos momentos, la voz del general se convierte en un susurro mortal que deja helados a los enemigos. ¡Hay que ver el talento de este actor de voz!

Después de la muerte no hay nada más que un bar que separa a las almas de su destino final: reencarnar o caer en el olvido. A través de diversos juegos, las personalidades e historias de estas almas quedan en evidencia, y es tarea de Decim, el dueño del bar, decidir qué destino tendrán.

Siendo el árbitro en el destino de las almas, Decim debe mostrarse frío y profesional. En parte, podemos ver este aspecto de su personalidad a través de su vestimenta: un chaleco de vestir negro, camisa blanca e incluso un moño. Pero también nos damos cuenta de su carácter distante e imparcial a través de su voz. Ahí es cuando entra Maeno en juego, mostrando que es un gran actor e imprimiendo el tono estoico y particular de Decim. Ha de ser difícil poner una voz que no transmita emoción alguna, por lo que el trabajo que Maeno ha hecho aquí es más que destacable.